La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, inició el año con pie izquierdo, no solo por haber expedido de manera arbitraria el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) en los últimos días de diciembre, sino también por la polémica decisión de establecer un pico y placa todo el día en la ciudad, lo que le ha generado fuertes cuestionamientos por parte de los ciudadanos y de diferentes sectores económicos.
A esto se le suma la disparada ola de inseguridad que vive la capital del país, en donde cada vez es más frecuente ver atracos masivos en restaurantes, fleteos a comerciantes y hasta víctimas mortales por oponerse a los robos por parte de los delincuentes, un fenómeno que sin duda alguna tiene a Claudia López en el centro de las críticas.
Como si fuera poco, la mandataria local deberá enfrentar una investigación en la Procuraduría General de la Nación por posible participación en política, luego de sus comentarios en contra de la decisión del Centro Democrático y del candidato Óscar Iván Zuluaga de no unirse a la coalición Equipo por Colombia, y de ir solo a la primera vuelta presidencial.
Este sombrío panorama de inicio de año para Claudia López podría tornarse más oscuro por el impulso que está tomando en su contra un proceso de revocatoria, el cual es totalmente diferente al que se adelantó en contra de la mandataria a inicios de 2021 y que fue liderado por José Miguel Santamaría, exintegrante del Centro Democrático y hoy aspirante al Congreso de la República por el Movimiento Salvación Nacional.
El nuevo comité impulsor de la revocatoria está integrado por un grupo de empresarios bogotanos que está en desacuerdo con la forma en la que Claudia López ha administrado la ciudad. El principal promotor de la revocatoria es Manuel González, un empresario dedicado al sector editorial, y lo acompaña Ricardo Roa, virólogo y doctor en medicina de la Universidad Complutense de Madrid.
Roa, quien es el vocero oficial del movimiento ‘Bogotá revoca’, aseguró que este proceso inició en el segundo semestre de 2021 y se está adelantando debido a la inseguridad que vive la ciudad y a la cantidad de desaciertos de la alcaldesa Claudia López.
“Son dos las principales causales de esta revocatoria, uno es el incumplimiento del plan de gobierno y la otra es la insatisfacción popular generalizada. Esos son los motivos que vale la Registraduría como revocatoria y que están discriminados en 188 motivos que hasta agosto de 2021 se tuvieron en cuenta. Eso estructuró un informe de 45 páginas que justifica informes del Ministerio Público sobre múltiples fallas señaladas en contra de la administración distrital”, señaló Roa.
Para este proceso de revocatoria, la Registraduría Nacional del Estado Civil le solicita al comité promotor 333.000 firmas, pero la meta es llegar a recaudar entre los bogotanos un total de un millón de firmas, pues por lo general se descartan dos tercios de las firmas recogidas, porque los nombres o los números de cédula no quedan claros.
“Nosotros empezamos haciendo una revocatoria 3.0, es decir, que hasta el momento había sido llevada a cabo por medio digitales. Tenemos una página que se llama bogotarevoca.com, donde los ciudadanos pueden bajar el formulario y ayudar a recoger las firmas de sus allegados, pero también esta semana empezamos a hacer pruebas para recolección física de firmas y en Unicentro en donde solo esperábamos estar cerca de dos horas, se hizo una fila larguísima y recogimos más de 2.000 firmas, cuando el promedio de recolección es de 40 a 50. Eso lo que muestra es la insatisfacción popular general”, indicó Roa.
Y aunque pareciera que los tiempos no alcanzarían para poder finiquitar el proceso con éxito, desde el comité promotor de la revocatoria, del que no forma parte ningún miembro de algún partido político, aseguran todo lo contrario e incluso prevén que para el segundo semestre de este año se pueda estar convocando a las urnas para que los ciudadanos sean los que tengan la última palabra sobre el futuro de Claudia López.
“El límite de tiempo es que año y medio antes de acabar el periodo constitucional se empiece el proceso de revocatoria, porque los procesos son tan dilatados, pero nosotros empezamos este proceso desde julio y ya se han venido surtiendo las etapas y hemos contado con los formularios, de tal manera que la recolección de firmas va de acuerdo con los tiempos requeridos. Es más, nosotros podríamos pedir dos a tres (meses) más de prórroga para seguir recogiendo firmas y llegar a esa meta de un millón de firmas”, precisó Ricardo Roa.
El integrante del comité promotor añadió que “tenemos el tiempo de sobra para cumplir inclusive si hacen como en Medellín que están dilatando los procesos, pero esto proceso es a juego limpio. Si llegásemos a recoger el millón de firmas para mayo, y contando que haya pataleos y recursos legales, muy probablemente entre agosto y septiembre podrían suceder las elecciones del referendo revocatorio”.
Este proceso de revocatoria está tomando impulso no solo por el descontento de los bogotanos en contra de Claudia López, sino también por la revocatoria que precisamente se está adelantando en Medellín, en contra del alcalde Daniel Quintero; y aunque en esta semana se suspendió por irregularidades en el proceso de financiación, la decisión final podría quedar en manos de los ciudadanos en las urnas, lo que estaría motivando a los bogotanos a querer el mismo escenario para la alcaldesa López.
Pero en Medellín no es en la única ciudad en donde se adelanta una revocatoria en contra del mandatario local, también se está haciendo en Cúcuta. Pero en la capital de Norte de Santander, a pesar de que ya está avalada la revocatoria y se debe convocar a las urnas, la elección no se ha podido llevar a cabo por falta de recursos.
Ahora, solo queda esperar si se logran las firmas necesarias para poder convocar a una elección de revocatoria de mandato en contra de Claudia López o si, por el contrario, el proceso se queda en un simple intento.