Víctor Alfonso Cuellar Ramos, un huilense auxiliar de enfermería y con conocimientos para conducir ambulancias se convirtió en el ángel de las víctimas del accidente de la avioneta que se estrelló con un árbol cerca a la playa en Santa Marta tras salirse de la pista del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar.

El hombre que ayudó a sacar a las personas de la aeronave habló con SEMANA y reveló cómo fueron los momentos previos y posteriores al accidente que le costó la vida a un menor de tres años.

“Nos encontrábamos en un día de playa con mi pareja que había llegado de Valledupar, llegamos como a las 10:00 de la mañana y a las 10:15 pasó un avión muy cerca y a mi esposa le dio un poco de miedo y me dijo mi amor vámonos y yo le dije, quedémonos que no va a pasar nada y como a las 11:00 o a las 11:00 y pico sucedió el accidente”, dijo el testigo.

Como una premonición de que algo sucedería su pareja le seguía insistiendo en que se fueran de la playa cerca al aeropuerto, y para calmar un poco los ánimos, se movieron a comprar agua cuando de repente escucharon el estropicio del accidente.

“Nos estábamos tomando las botellas de agua y escuchamos el sonido, el totazo se escuchó fuerte, como si algo viniera arrastrando, y de un momento otro ‘prum’, se escuchó el estallido que se estrelló con el árbol de al lado de donde estábamos”, relató Víctor.

De inmediato se levantó de la arena y asegura que sin pensar corrió hacia donde estaban las personas afectadas “cuando voy subiendo me doy cuenta de que hay una persona con una herida en la cara y había una niña también”.

En su relato aseguró que sacó a seis personas de la aeronave entre ellas, dos mujeres, una niña y un niño, entre 14 y 16 años y al piloto y copiloto de la avioneta.

“Entre otra persona y yo intentábamos abrir la puerta de la avioneta porque como que quedó con seguro y no podíamos sacar la gente porque había una señora golpeando el vidrio y pidiendo auxilio de las que estaban ahí en la avioneta”, reveló Víctor.

Sobre el piloto de la avioneta, de quien no se conoce aún su paradero, aseguró que lo tomó de la mano mientras este se quedó como “en shock” tras el accidente y para bajarlo le gritó en varias ocasiones que la avioneta se prendería en llamas.

“Cuando yo saqué al copiloto, el piloto estaba pálido, estaba así como nervioso, como que él no sabía lo que había sucedido. La demora para auxiliar a las personas fue de él porque se quedó como mirando lejos, con algún pensamiento me imagino de lo que había pasado. Estaba como shock y lo tomé de la mano y le dije: vamos vamos que la avioneta se va a prender. Lo senté en una silla afuera y duró ahí como cinco minutos”, contó el testigo.

Según Víctor el piloto no tenía heridas físicamente, sin embargo, mencionó que, parecía tener “un problema mental por lo ocurrido”.

Pese a que la tragedia le costó la vida a un menor de tres años de edad que se encontraba en la playa y los tripulantes de la avioneta resultaron con golpes leves, Víctor mencionó a SEMANA, que el accidente pudo ser peor, si la avioneta no hubiese quedado entre los árboles antes de adentrarse más a la orilla de la playa o si hubiese caído en el mar.

“La avioneta se estrelló con el árbol y con unas cosas que tenía un señor vendedor allí unas cavas, la carretilla y esas cosas. Había más personas allí la playa o hubiese sido aún peor si hubiera quedado en el mar y no hubiésemos podido sacar a las personas y hacía 15 minutos justo había pasado una buseta azul urbana, llena y con gente de pie. Entonces hubiese sido peor la tragedia si hubiese pegado con la buseta”, anotó el testigo.

Víctor Cuellar dijo que lo sucedido quedará para siempre en su memoria, pero volvería a hacerlo incluso invitó a las personas a ayudar en caso de cualquier emergencia.

“El mensaje es para las personas que estén dispuestas a ayudar en caso de un accidente, a organizarse, que unas personas saquen a los heridos y otras personas los atiendan, allí se hizo ese trabajo. Lamentablemente, se perdió la vida del niño, pero hubiesen podido salir más personas afectadas si se hubiese incendiado la avioneta”, terminó diciendo Víctor