Los pobladores de Toribío ya se acostumbraron a esa amarga tragedia que es vivir entre balas y bombas y por eso entre risas y lágrimas revelan que desde hace varios años su pueblo, ubicado en el nororiente de Cauca, es conocido como 'Toribistán'. Y la verdad, sobran razones para ese calificativo, ya que desde 1983, cuando ocurrió la primera incursión guerrillera, este municipio ha sido objeto de por lo menos 600 ataques u hostigamientos por parte de la guerrilla de las FARC, 14 tomas completas de la subversión, y la estación de policía ha sido destruida al menos cuatro veces. Solo para citar un ejemplo: en lo corrido del 2012 las FARC ya hostigaron a Toribío en 12 ocasiones, de las cuales la mitad de los ataques fueron cometidos en junio. Más absurdo es que el reciente ataque que empezó el viernes 6 de julio y terminó el domingo al medio día, fue perpetrado por las FARC justo un año después de que activó una chiva bomba que mató a cuatro policías y destruyó decenas de viviendas contiguas a la estación policial. En la incursión del pasado fin de semana el saldo parcial es de seis personas heridas, entre ellas niños; destruyeron dos casas y la sede de la IPS del municipio, donde cayó un tatuco (cilindro bomba cargado con metralla). Miller Correa, secretario de Gobierno de Toribío, recordó con ironía que curiosamente las cien casas afectadas son las mismas que fueron destruidas el año pasado con la chiva bomba, "llevamos un año a la espera de las ayudas para reconstruir las viviendas afectadas", dijo. Agregó que la reciente toma causó el desplazamiento de 500 personas que tuvieron que salir de sus casas a buscar refugios alternos, "otro problema insólito es que desde hace tres años Invías puso una valla anunciando que rehabilitará la única vía que tenemos para llegar a Cali, pero la carretera sigue con los mismos problemas". Por todo lo anterior es que la población tristemente ya se acostumbró a vivir en medio de la guerra y para ello cientos de familias optaron por construir túneles o trincheras en la mayoría de las 550 casas que integran el municipio; "como la mayoría de las veces corre la voz de que ocurrirá un ataque, lo que hacemos es bajar a dormir en la pieza donde tenemos linternas, sábanas y agua", dijo a SEMANA una anciana que nació y creció en el pueblo. ¿Qué tiene Toribío?  Básicamente la importancia estratégica de Toribío para la subversión consiste en dos elementos: histórico y geográfico. El histórico surge porque las 50.000 hectáreas de montaña y bosque que componen el municipio fueron refugio de toda clase de grupos revolucionarios como el M-19, Ricardo Franco, Jaime Bateman, Quintín Lame, Los Jega y el mismo ELN. En la actualidad el dominio subversivo corre por cuenta del sexto Frente de las FARC y su columna Jacobo Arenas. Por otro lado, la ubicación estratégica de este pueblo hace que junto a otros (Caloto, Corinto y Jambaló) forme parte el nuevo vórtice de la guerra contra insurgente que desde el 2008 se enquistó en el norte de Cauca. Esos tres pueblos, donde abundan resguardos indígenas, forman un corredor natural que conecta el centro del país con la Costa Pacífica y facilita de esa manera la movilidad subversiva y el transporte de la coca con una tranquilidad pasmosa, ya que la guerrilla se aprovecha de la presencia de comunidades indígenas para neutralizar bombardeos o incursiones del Ejército. Precisamente esa situación de indefensión, y tras quedar en medio de la línea de fuego, hizo que las autoridades de los Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) marcharan este lunes 9 de julio hasta Toribio para hablar con los actores en conflicto, guerrilla y militares, y exigirles el cese al fuego. Feliciano Valencia, consejero de la ACIN, manifestó que "la gente está cansada de tanta guerra y pidió que haya un acompañamiento internacional y de los organismos defensores de derechos y humanitarios para el ingreso de las personas delegadas por las autoridades indígenas para exigir el cese al fuego", dijo a través de un comunicado. Mientras todos esos elementos sigan jugando en favor de la guerrilla, y el Estado se mantenga ausente con la inversión social que tanto piden esos pueblos olvidados del país, Toribío será el 'pequeño Bagdad' del norte de Cauca.