En la mañana de este lunes, 31 de octubre, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) confirmó que el sistema de baja de presión, localizado en el mar Caribe, evolucionó y alcanzó la categoría de tormenta tropical denominada Lisa.
De acuerdo al pronóstico del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, el fenómeno presenta vientos máximos sostenidos de 40 millas por hora (65 kilómetros por hora ) y se ubica a unas 165 millas (265 km.) al sur de Jamaica. El Ideam indicó que Lisa avanza hacia el oeste con una velocidad de aproximadamente 22 km/h.
La entidad señaló que es probable la ocurrencia de precipitaciones entre ligeras y moderadas en el Archipiélago de San Andrés y Providencia. Sin embargo, podrían ser más intensas en el norte del área, especialmente sobre los cayos de Serrana y Serranilla donde estarían acompañadas de rachas de viento.
El pronóstico indica predominio de tiempo seco durante el día de hoy y mañana en las regiones Caribe, Pacífica y norte de la Andina, situación que irá cambiando gradualmente con el incremento de las lluvias.
En ese sentido, Lisa se convirtió en la décima tormenta tropical de la temporada y podría seguir configurándose hasta llegar a ser huracán de categoría 1.
La temporada de huracanes en Colombia, según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, inició el 1 de junio y se extenderá hasta el 30 de noviembre.
Los centros de pronóstico prevén ciclones tropicales y otros fenómenos naturales con hasta un 65 % de probabilidad de estar por encima de lo normal.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) proyecta que durante este tiempo se pueden registrar entre 14 y 20 tormentas, así como la configuración de 6 a 10 huracanes.
El Ideam confirmó que Julia, el sistema que azotó a San Andrés a principios de octubre, es el quinto huracán que se forma sobre el océano Atlántico. Teniendo en cuenta los pronósticos anteriores, aún faltarían entre 1 y 5 huracanes para alcanzar el rango sobre lo normal. En el caso puntual de las tormentas tropicales, el panorama es similar.
“Faltan entre 4 y 10 sistemas con desarrollo ciclónico en el Atlántico Tropical, Golfo de México y Mar Caribe para que alcance la proyección “sobre lo normal” que para este año es de 14-20 tormentas nombradas”, explicó el Ideam.
¿Cuáles son las condiciones para que se forme un huracán?
Para que esto suceda se requieren ciertas condiciones específicas, por lo que estos fenómenos se dan principalmente en el Atlántico. El mecanismo más común de formación de huracanes en esta zona del mundo y que provoca más del 60 % de los mismos es una onda tropical.
La onda empieza como una perturbación atmosférica que crea un área de relativa baja presión. Suele generarse en África Oriental a partir de mediados de julio. Si se dan las condiciones adecuadas para mantenerse o desarrollarse, esta área de baja presión empieza a moverse de este a oeste, con la ayuda de los vientos alisios.
Realiza su recorrido y cuando llega al océano Atlántico, la onda tropical puede ser la semilla para la formación de un huracán, el cual se genera si se presentan fuentes de energía, como el calor y el viento adecuado.
De acuerdo con información de la Nasa, la primera condición necesaria para que se lleve a cabo su formación es que las aguas del océano superen los 26°C, pues a partir de esa temperatura se produce una evaporación significativa.
Según esta agencia de Estados Unidos, los ciclones tropicales son como motores gigantes que usan aire cálido y húmedo como combustible. Por eso se forman sólo sobre océanos de agua templada, cerca del Ecuador.
Los huracanes se forman debido a la acumulación de tormentas eléctricas que se desplazan sobre las aguas oceánicas cálidas, pero no se mueven de la misma forma. Según la NASA, las tormentas que se forman al norte del Ecuador giran en sentido contrario a las manecillas del reloj, mientras que las que se dan al sur giran en el mismo sentido.
Cuando el aire cálido de la tormenta y de la superficie oceánica se combinan, empiezan a elevarse en forma de remolinos. Esto genera baja presión en la superficie del océano. Los vientos que circulan en direcciones opuestas hacen que la tormenta comience a girar. La elevación del aire cálido hace que la presión disminuya a mayor altitud.
La tormenta gira debido a la rotación de la Tierra y la energía del agua caliente del océano aumenta la velocidad de los vientos. Así es como la tormenta se fortalece y va aumentando la categoría hasta convertirse en huracán.