Tras ocho meses de investigación y seguimientos constantes la Policía Nacional con su unidad especializada antiextorsión, autoridades lograron recaudar pruebas suficientes para demostrar el actuar de la banda denominada Los Costeños, que tenía atemorizados a los pobladores de Barranquilla.
La organización pedía a los comerciantes de la capital del Atlántico una “matrícula” para garantizar que durante un tiempo determinado no atentaran contra su vida. Esta tenía un valor que podía oscilar entre uno y diez millones de pesos, y adicional a eso tenían que pagar semanalmente una cuota de 20 a 500 mil pesos.
Las trabajadoras sexuales tenían que pagar $20.000, en algunos casos a diario o de manera semanal, según la zona en la que permanecían y la cantidad de clientes que manejaran. Si no pagaban, amenazaban con asesinarlas.
La organización tenía varios integrantes, entre ellas alias Karina o La Mona, quien según el Gaula estaría a cargo de coordinar el cobro de extorsiones, entrega de panfletos extorsivos a comerciantes, venta de estupefacientes y también almacenaba las armas de la organización delincuencial. Además, ordenaba el cobro de la supuesta matrícula y era la encargada de llevar nuevas víctimas a la organización.
De igual manera, fue capturado alias El Guajiro, quien tendría el control de las extorsiones en el centro de la ciudad y barrios cercanos, él también vendía estupefacientes y era el encargado de reclutar a extranjeros, en su mayoría venezolanos, ofreciéndoles “trabajo” como sicarios.
La organización tenía todo calculado: contrataban a un hombre para que trasportara a los sicarios antes y después de cometer el crimen. La persona encargada de esta tarea es apodada como El Taxista, que además recaudaba el dinero de las extorsiones y la venta de estupefacientes.
Entre los sicarios se encuentran alias Beleño, Taison y El Boxeador, todos fueron aprehendidos y llevados ante la justicia. Al igual que otros ocho integrantes, entre ellos alias Gary, encargado de la venta de munición, granadas y estupefacientes. Alias Yesid, el hombre de confianza de alias Karina, también cayó.
Los operativos se dieron de manera simultánea en los barrios Pastrana, San Roque, Chiquinquirá, Montes y Centro de la capital atlanticense gracias también a articulación del Gaula Militar bajo la coordinación de la Fiscalía General de la Nación, a través de la macrooperación llamada Paladio Fase I contra el secuestro y la extorsión.
En total 17 personas se declararon víctimas de esta organización y además aportaron material probatorio con el que se evidenciaba la frialdad de los delincuentes, que realizaban videollamadas intimidantes.
En uno de los audios que conoció SEMANA, se escucha a uno de los integrantes de la organización decirle a una de sus víctimas que si no pagaba dos millones de pesos para la “matrícula”, que se preparara para ver un muerto frente a su casa o negocio, aclarándole que la victima sería uno de sus seres queridos.
Los capturados deberán responder por los delitos de concierto para delinquir con fines de homicidio, extorsión, tráfico de estupefacientes, porte, tráfico y fabricación de armas de fuego.
En medio de los operativos se logró la incautación de cinco armas de fuego, 266 cartuchos de diferentes calibres, cuatro granadas de fragmentación, tres motocicletas, 54 equipos de comunicación, 38 sim cards y tres micro SD, entre otros elementos.