Colombia vive una fuerte ola de incendios forestales que han afectado diferentes regiones del país, entre ellas, los departamentos de Santander y Norte de Santander, donde se encuentra el páramo de Santurbán, epicentro de una de las conflagraciones más fuertes que afronta la nación por estos días.
Al respecto, videos y fotografías que han inundado las redes sociales muestran la magnitud de lo sucedido en este ecosistema. Según diferentes organizaciones, este afronta una tragedia ecológica por cuenta del daño que han sufrido las diferentes especies nativas presentes allí.
Una de esas entidades es la Fundación Cumbres Blancas Colombia, encargada de adelantar labores de protección y restauración de ecosistemas de alta montaña como páramos, bosques y glaciares.
Su director, Yober Arias, habló con Semana sobre el incendio que afecta a Santurbán y señaló que el trabajo que venían adelantando con el Acueducto de Bucaramanga, desde hace cuatro años, se perdió. Según ellos, una gran cantidad de frailejones que se sembraron durante ese periodo fueron devorados por las llamas.
“Llevamos procesos de restauración por medio de germinación de frailejones; por ejemplo, allí en el páramo de Santurbán, llevábamos un proceso de restauración con el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, donde al día de hoy se habían sembrado alrededor de 4.000 frailejones por el acueducto. Estos 4.000 frailejones lamentablemente se quemaron”, indicó Arias.
Una tragedia de mayor magnitud
Pese a las ya lamentables cifras, la tragedia ambiental en este páramo es mucho más grande de lo que parece. Por cuenta del incendio forestal que avanza y que está lejos de ser controlado, el ecosistema está en peligro.
Según agregó Arias, el incendio estaría cerca de alcanzar las 200 hectáreas, algo que podría llevar la dimensión de esta tragedia ecológica a un punto bastante lamentable para la fauna y la flora de la región. Los cálculos hablan de la perdida de cerca de 500.000 frailejones.
“En los puntos tenemos frailejones de dos metros de altura, otros de porte bajo, pero que pueden tener 100 años. Se dice que una hectárea sana puede llegar a tener de 2.500 a 3.000 frailejones y ya vamos acercándonos a 200 hectáreas”, indicó el director de la Fundación Cumbres Blancas Colombia.
Ayuda internacional y apoyo aéreo
El llamado de Arias al Gobierno es para que se actúe de inmediato y convoque ayuda internacional, especialmente apoyo aéreo, con el fin de acceder a los lugares donde humanamente es imposible llegar.
Según el ecologista, la comunidad y los voluntarios han sido testigos de la falta de herramientas y de dotación para los socorristas, quienes, en ocasiones, ni siquiera tienen guantes que los protejan durante las maniobras.
“Hay diferentes instituciones intentando apagarlo, buscando cómo apoyar, pero el terreno es muy agreste y muy difícil, se ha extendido muy rápidamente. Particularmente en los páramos, las líneas de fuego crecen muy rápidamente, entonces se necesita aumentar considerablemente los equipos de trabajo, la ayuda aérea, pues son territorios muy difíciles para acceder, y a las personas, valorando mucho el esfuerzo de las entidades, les faltan manos, ayuda y herramientas. Muchos bomberos aún no tiene guantes o guantes en muy mal estado o elementos de protección del sol y de las llamas. Hacen mucho con muy poco”, advirtió Arias.
Para finalizar, pidió al Gobierno que se tomen medidas urgentes para afrontar el fenómeno de El Niño, el cual, según sus palabras, hasta ahora está comenzando, y podría traer catástrofes de magnitudes superiores, si no se cuenta con la capacitación y la preparación suficiente del personal, y si no se dota a las entidades e instituciones de rescate con las herramientas y la tecnología adecuada.