Las autoridades judiciales le pusieron la lupa al fallecimiento de un menor de ocho años en la ciudad de Neiva, luego de que llegara en críticas condiciones de salud a un centro médico. Según las primeras versiones, se le desprendió encima el lavamanos de su casa.
El incidente ocurrió en las últimas horas en el barrio Cuarto Centenario, cuando la víctima habría ingresado al baño para ducharse. Mientras estaba adentro, se escucharon gritos de auxilio. Al parecer, solo lo acompañaba su hermano menor y él se encargó de ayudarlo.
Se enfrentó a una dolorosa escena: el lavamanos estaba partido sobre el suelo y el menor inundado de sangre dado que un pedazo le alcanzó a cortar el cuello. El llanto encendió las alarmas en el vecindario y fueron los adultos quienes lo trasladaron a un hospital.
Él llegó al servicio de urgencias del centro de salud de Canaima. Sin embargo, cuando los médicos lo iban a atender, se dieron cuenta de que ya no tenía signos vitales. Así lo reportaron las autoridades: “Falleció por la gravedad de la herida en su cuerpo”.
Medios locales relataron que, presuntamente, los menores de edad habrían quedado solos en la residencia porque sus padres tenían que cumplir con una diligencia. De manera preliminar, en la capital del Huila la emergencia se maneja como un accidente.
Este caso está siendo investigado por las unidades especializadas de la Sijín de la Policía Nacional, mientras la comunidad de Neiva está expectante a las conclusiones que arrojen los estudios judiciales por el impacto que causó el deceso, así lo han hecho saber en redes.
Por otro lado, las autoridades en Antioquia también están investigando el fallecimiento de un menor de cuatro años que apareció flotando sin vida dentro de una piscina en el municipio de Hispania. Él estaba disfrutando junto a otros 25 niños de un día de sol, en medio de la despedida del curso de preescolar en el que estaba matriculado.
La víctima llegó al centro recreativo público con el objetivo de cerrar su paso por el grado transición. A la celebración fueron citados los docentes y los padres de familia de cada uno, dado que era una actividad extracurricular.
En medio de la felicidad de los estudiantes de la Institución Educativa Aura María Valencia, un par de gritos alertaron a la administración del balneario sobre una atípica emergencia. Uno de los adultos tenía en los brazos a un niño mientras trataban de reanimarlo, luego de haberlo recuperado de las aguas.
En el sector se trató de brindarle los primeros auxilios. Más tarde fue trasladado al servicio de urgencias del Hospital San Juan del Suroeste de Hispania, donde los profesionales en salud confirmaron el fallecimiento, producto de un aparente ahogamiento. En Betulia se practicó la inspección judicial al cadáver.
La alcaldesa de este pueblo, Leidy Johana Cardona, relató que en las cámaras de seguridad del sitio quedó en evidencia el momento exacto en el que la víctima cae a la piscina. Esta es la principal pieza que tienen las autoridades departamentales para esclarecer el incidente donde perdió la vida este menor de cuatro años.
Lo que cuestionan los investigadores del caso es que ninguna de las personas que estaban dentro de la piscina dieron cuenta a tiempo de la emergencia en el instante en que cayó el niño. Según la lista de asistentes que registró la administración del centro recreativo, en la zona húmeda estaban treinta adultos.
“No percibió ninguno de los adultos en el momento en el que el niño cae a la piscina. Según lo arroja la autopsia, el niño, en menos de dos minutos, ya se había ahogado y le encontraron alimento en la boca, entonces, posiblemente, también eso aceleró el tema al caer en la piscina”, dijo la mandataria local de Hispania.