Un trágico accidente se registró durante la tarde del pasado domingo 31 de octubre en la vía La Fortuna-Bucaramanga, que conduce hacia el aeropuerto internacional Palonegro, ubicado en el municipio de Lebrija, al occidente de la capital santandereana. En el siniestro se vieron involucrados un tractocamión y dos vehículos particulares.

Según las primeras versiones que manejan las autoridades, el camión habría sufrido fallas mecánicas en sus frenos, por lo que perdió el control, invadió el otro carril y arrolló a los dos autos. En imágenes que circulan en redes sociales se puede ver el terrible choque entre los vehículos, que dejó como resultado una persona fallecida.

El tractocamión llevaba en su remolque una carga de aproximadamente seis vehículos que también resultaron destruidos casi en su totalidad por cuenta del impacto. El director Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres de Santander, César García Durán, informó que los organismos de socorro llegaron al sitio para atender la emergencia.

Dos personas que iban a bordo de uno de los vehículos particulares estrellados tuvieron que ser trasladadas a un centro hospitalario para ser atendidos por las heridas que les causó el impacto. Por su parte, el conductor del camión resultó ileso.

La noticia se conoce apenas días después de otro trágico accidente que ocurrió en el vecino departamento de Norte de Santander, donde una tractomula arrolló y mató a un niño de 10 años de edad. El suceso ocurrió la mañana del pasado viernes 29 de octubre, según informaron funcionarios de la Policía de Tránsito de ese departamento a medios locales.

Según reportó el diario La Opinión, de Cúcuta, el menor fue identificado como Eider Flórez, y se desplazaba en una bicicleta, junto con otros familiares que también iban en bicicleta. En un descuido, la tractomula que transportaba gas lo atropelló ante el asombro de los familiares del pequeño.

Un niño de 10 años perdió la vida tras ser arrollado en su bicicleta. | Foto: Bum Noticias Web

De inmediato intentaron auxiliarlo y lo trasladaron hasta el Hospital de Los Patios, pero el niño llegó sin signos vitales. Al sitio hicieron presencia uniformados de la Policía, quienes custodiaron el lugar del arrollamiento. La bicicleta de colores negro y naranja en la que se movilizaba el niño quedó doblada sobre el pavimento.

Un testigo del suceso relató al diario La Opinión que la familia del niño vive en el barrio Llanitos, y que ellos acostumbraban a ir a ver al abuelo en una vereda cercana. Acotó que una de las bicicletas en las que iba otro familiar se pinchó y en ese momento pasó la tractomula y se escuchó un freno en seco en la carretera.

Ante el suceso que enluta a una familia de Norte de Santander, la colectividad expresó consternación en redes sociales. El ciudadano Luis Ramón Contreras Rangel escribió: “Aaayyy Dios mío, qué tragedia para la familia del niño como para el conductor; estén seguros de que uno como conductor nunca quiere que pase una cosa de esas”.

Por su parte, Yair Castrillo reflexionó que un conductor siempre sale a trabajar, no a matar a alguien en la carretera, y llamó la atención a los padres que permiten que sus niños transiten en bicicleta por una vía tan peligrosa.

En este mismo departamento, el 30 de septiembre ocurrió otro arrollamiento que causó conmoción en Cúcuta. Una cámara de seguridad de una avenida captó el momento cuando un sacerdote, identificado como Jesús Osma Aldana, atropelló a una mujer mientras conducía borracho.

El hecho se presentó en el mercado del sector Kennedy, de la ciudadela Juan Atalaya. Allí resultó herida una mujer de 55 años identificada como Socorro Báez, quien fue arrollada por el vehículo que era conducido por el párroco de la iglesia San Pío X. De acuerdo con testigos, inicialmente la camioneta del sacerdote chocó contra un carro que estaba parqueado a un costado de la vía y posteriormente arrolló a Socorro Báez.