Aunque Diana Gamboa hizo todo el esfuerzo para poner ante las autoridades a su agresor, el hombre que tocó sus partes íntimas en TransMilenio salió libre. Después de casi 10 horas en una Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía, en Bogotá, la justicia liberó al vigilante de una reconocida empresa de seguridad que se masturbó en uno de los articulados del servicio de transporte público mientras manoseaba a Diana. En conversación con Semana.com, la mujer de 31 años aseguró que aunque pidió ayuda, ningún usuario del atestado vehículo se inmutó para colaborarle. “El conductor me preguntó qué pasaba y yo le respondí pero no dijo nada más. Él siguió en total silencio y las personas de alrededor sólo me miraban mientras yo lloraba”. Los hechos ocurrieron el pasado lunes, minutos antes de las 8:00 a.m., cuando Diana iba de la estación Banderas hacia su trabajo en la Superintendencia de Industria y Comercio. Aunque expresó lo que el vigilante le estaba haciendo, el conductor no paró en la primera estación que pudo sino que siguió su rutina habitual y abrió las puertas del articulado en la calle 26 con décima. Entre los reclamos y la parada en la estación, pasaron alrededor de 10 minutos en los que Diana tuvo al frente al hombre que la manoseó. Ella cogió a presunto abusador de la camisa mientras los demás usuarios seguían su rumbo, hasta que un auxiliar de Policía la ayudó. Él llamó a una patrulla para que llevara al hombre a la Unidad de Reacción Inmediata más cercana. Pero la desidia no paró allí. Diana Gamboa expresa que un policía tomó los datos de ambos, no en las oficinas de la URI de Puente Aranda, sino en uno de los restaurantes del frente. “Como si nos fuéramos a tomar un tinto”, ironiza la mujer. Fue entonces cuando llegó el esposo de Gamboa y golpeó una vez con su mano al presunto agresor. “Lo esposaron junto al delincuente y este lo denunció por lesiones personales”, relata Diana. “Todo fue un proceso inadecuado. Luego de que nos hicieron unas preguntas en la cafetería, un funcionario de la URI me tomó la declaración en las instalaciones, me entregó una hoja y me dijo que ya me podía ir”, recuerda Diana. Pero ella siguió en el mismo lugar para intentar que liberaran a su esposo. En ese momento, un abogado de la Defensoría del Pueblo se comunicó con ella para asesorarla y, según Diana, le pidió que fuera hasta su oficina en Chapinero. “Pero yo preferí quedarme en el centro, en la URI, hasta que se resolviera la situación de mi esposo”, dice la mujer. Hacia las 9:00 p. m., liberaron a su cónyuge pero minutos después también quedó libre el hombre que la manoseó. “Yo lo llevé con mis propias manos ante los policías y presenté la denuncia formal en la URI pero como no fue acceso carnal violento ni soy menor de 14 años, lo liberaron. En unos días me llamarán a conciliar con él para que me dé uno o dos millones de pesos, pero mi dignidad no puede valer eso”, concluyó Diana. En el 2013, la Policía registró 109 casos en el TransMilenio, similares al de Diana Gamboa pero para diciembre del mismo año, sólo había 31 capturas por los hechos. En lo que va del 2014, han ocurrido nueve casos de presunto abuso sexual a mujeres en ese transporte público.