Una de las principales incertidumbres a nivel mundial que recae en Colombia es la relacionada con el tráfico de armas. Esta problemática ha causado la muerte de miles de personas, además de generar un estigma de desconfianza en los colombianos.
Por tal motivo, la Organización de las Naciones Unidas –cuya representación recayó en Simonetta Grassi, jefe del Programa Global de Armas de Fuego–, junto con la dirección de la Policía Nacional, la Dijín, Antinarcóticos, la Dirección de Inteligencia Policial, la Oficina de Relaciones y Cooperación Internacional e Interpol Colombia se reunieron en Bogotá este martes para ahondar sobre la importancia de mitigar los impactos de este tráfico de armas y marcar precedentes para poder erradicarlo.
Lo que se sabe de esta reunión
Esta cumbre entre los líderes de seguridad nacional y la comitiva de la ONU, a la que asistió personalmente el general William Salamanca, director de la Policía Nacional, tocó varios temas puntuales como la preocupación por creciente intercambio de cargamentos de cocaína por arsenales de armas entre América Latina y Asia, la inquietud por el desvío de armas legales al mercado negro internacional y la importancia de liderar planes de desarme.
Por otro lado, se realizó una serie de compromisos entre las partes para tratar este problema trasnacional de la manera más asertiva posible. Por un lado, la ONU liderará una estrategia internacional para que los países compartan información de manera expedita (sin inconvenientes), además de comandar operaciones conjuntas entre América y Europa.
Colombia, asimismo, se compromete a liderar planes piloto de rastreo de armas en la región y a asistir a la reunión extraordinaria de Ameripol, en septiembre próximo, para dar a conocer la necesidad de hablar sobre tráfico de armas a nivel mundial.
“Fructífera reunión con jefe del Programa Global de Armas de Fuego ONU, señora Simonetta Grassi, para coordinar esfuerzos entre América Latina y Europa y combatir con mayor contundencia tráfico de armas. Problemática se tratará en septiembre, en reunión extraordinaria de Ameripol”, comentó el director de la Policía en Twitter.
Colombia y el tráfico de armas
Según reportes oficiales, entre enero de 2022 y junio de 2023 se han incautado 27.914 armas en todo el territorio nacional. En la reciente Operación Laredo se hallaron 1.086 partes de fusiles, mientras que la Operación Hefesto se incautaron 27 fusiles de asalto.
En diciembre de 2022, el Congreso de la República aprobó un proyecto de ley mediante el cual se adopta el tratado sobre el Comercio de Armas (TCA), el cual fue presentado de manera conjunta con el Ministerio de Defensa.
A pesar de que Colombia suscribió este tratado en septiembre de 2013 y se aprobó por medio de la Ley 1782 de 2016, la Corte Constitucional a través de una sentencia la declaró “inexequible” debido a la “existencia de vicio insubsanable por no haberse acreditado la aprobación de la ley en plenaria del Senado con el cuórum reglamentario y la mayoría simple exigida por la Constitución.”
Con base en esta decisión, la Cancillería promovió el proyecto de ley que se aprobó el 5 de diciembre de 2022 y que reconoce “que el tráfico ilícito y el desvío de las armas convencionales tiene un impacto directo en la violencia armada y las violaciones a los derechos humanos”, citó el ministerio.
“De esta forma, Colombia avanza en su determinación de formar parte del régimen internacional que instaura el TCA en materia de prevención del desvío de armas hacia usuarios no autorizados, entre ellos integrantes de grupos multicrimen y de la delincuencia común”, agregó.
El conflicto armado en Colombia –en donde las disidencias de las Farc, la guerrilla del ELN y varios grupos al margen de la ley por todo el territorio, incluidas las Bacrim, se lucran por medio del tráfico de armas– hace que este tema sea de importancia nacional e internacional.