Cuatro altos mandos del Ejército fueron llamados a calificar servicios en medio de las investigaciones sobre corrupción que SEMANA viene revelando desde hace un mes. Se trata de los generales Adelmo Fajardo, segundo comandante de la institución; el mayor general Juan Vicente Trujillo, comandante de la División de Asalto Aéreo; el brigadier general César Augusto Parra, jefe del departamento conjunto de planificación y transformación y el mayor general Francisco Javier Cruz Ricci, jefe del departamento de implementación y estabilización.  El ministro de Defensa, Guillermo Botero, anunció también que el mayor general Mario Valencia, hasta ahora jefe de operaciones conjuntas, es el nuevo segundo comandante del Ejército. El mayor general Jaime Agustín Carvajal, director de la Escuela Superior de Guerra, será el nuevo comandante de la División de Asalto Aéreo. El actual inspector general, mayor general Jorge Salgado, será nombrado agregado militar en Chile y su cargo lo asumirá el mayor general Óscar Quintero, actual jefe de comunicaciones y tecnología de la información del Comando General de las Fuerzas Militares.  En contexto:  Ovejas negras en el Ejército Por esas mismas investigaciones, el Ejército ya había llamado a calificar servicios al general Jorge Horacio Romero, denunciado también por irregularidades que incluyen una especie de cartel para vender salvoconductos de armas, cuando el estaba a la cabeza de la Cuarta Brigada, en Antioquia.  Esta es la investigación de SEMANA sobre el general Fajardo:  “Calculo que le di 50 millones de pesos al general” SEMANA conoció las declaraciones que están en Fiscalía y en la Procuraduría, de varios uniformados, entre ellos un oficial que trabajó durante un año con el general Adelmo Fajardo Hernández cuando él era el comandante del Comando de Educación y Doctrina del Ejército (Cedoc), cargo que ocupó entre 2016 y diciembre de 2017. En estas, el testigo describe un esquema en el que él mismo participó, dentro de esa unidad, para conseguir dinero destinado a gastos personales del alto mando militar y de su familia. El general Fajardo salió de ese puesto en diciembre pasado, para convertirse en el actual segundo comandante del Ejército. Puede leer: “A mí me dijeron que viniera y diera once millones y medio” El oficial –cuyo nombre se mantiene bajo reserva por seguridad– cuenta que fue tan fuerte la presión que recayó sobre él, orientada a que consiguiera y camuflara sumas millonarias para el general Fajardo, que terminó enfermándose. “Me fui hospitalizado; de tanta maricada me dio un hp patatús y me hospitalizaron. Todos los signos vitales me bajaron, casi me infarto”.

El militar relata que el general Fajardo le pedía dinero para costear gastos de viajes suyos y de su familia. “El general me decía: ‘hermano, me voy pa Estados Unidos, necesito 5 millones de pesos’ (....) Uno lo piensa, hp, bueno, y busque y haga papeles para legalizar esa mierda. ‘Hermano, que mi señora se va para Estados Unidos y necesita 1 millón de pesos y asignarle un hp carro por allá, para que ande con los hijos’, en no sé dónde, en Orlando creo que era. Bueno, corra hp a buscar esa mierda”. "El general decía: hermano, me voy pa Estados Unidos, necesito 5 millones. (...) y busque y haga papeles para legalizar esa mierda". Más adelante, el oficial asegura que durante su cargo, bajo el mando de Fajardo, el general viajó una vez a Estados Unidos, y que, en esa ocasión, tuvo que entregarle irregularmente alrededor de 2.500 dólares para sus gastos. También relata que cuando la familia de su comandante viajó a ese mismo país, les consiguió un millón y medio de pesos para que alquilaran un carro. “Y si usted no cumple qué… ¿A dónde cree que estaría yo trasladado, ah?”, se pregunta el oficial que entregó su testimonio, hoy en poder de los entes de control.

FOTO:  Este oficial fue subalterno del general Fajardo durante un año. Denuncia que tuvo que conseguir de los proveedores de la unidad militar casi 50 millones para gastos personales de su jefe. Según su declaración, tuvo que conseguir dinero asimismo para comprar celulares para los hijos del general. “Una cosa es que era plata y la otra es que ‘cómpreme el celular del chino’”, cuenta. Más adelante agrega: “Me manda a unas maricadas porque los hijos son, trabajan con sistemas (...) Que unos aparatos, tocaba pagarlos con unos PIN. Él (otro oficial) me mandaba el PIN. ¿Que sería? Ni idea. Y pagaba 200.000, 300.000, 600.000 pesos, pero era para los hijos”. El oficial cuenta que incluso recibió órdenes de sus jefes dentro de esa unidad para comprar tapetes de las instalaciones, aún cuando eso no estaba dentro del presupuesto. “Mañana deben amanecer estos pisos con tapetes, como 20 millones en tapetes. Qué cambalaches cree que le toca hacer a usted hp, por lado y lado, para cumplir esa orden; cuando no está planeado, no hay presupuesto para esa mierda. Ahí le toca: ‘colabóreme usted, señor, con un tapete aquí’… No, marica, entonces yo me agarré tanto a pelear, a pelear con el jefe de Estado Mayor, hasta que me quitó ese hp cargo de ahí”. En su declaración, el oficial dice que, en total, calcula que le habría entregado entre 45 y 50 millones de pesos al general Fajardo. Pero no solo cuentan los supuestos destinos de ese dinero, sino también sus orígenes. Dice que conseguía la plata “de los proveedores y del que subiera; del que me ayudara. ¿Porque qué hacía yo? Porque él me pedía cuentas, me subía a la oficina: muestre un cuadro con todas las partidas, número de proveedores, saldo, por cuánto fue, cuánto queda. Me controlaba, tenía el cuadro y me llamaba a la oficina, a veces me daba la una de la mañana allá encerrado. Que tal cosa, que de aquí podemos sacar para no sé qué. Eso, hijueputa. ‘Yo, ¿este man qué, mano? Lo que ordene, mi general’. Sí, qué más le iba a decir yo. Mandarlo a comer mierda no se podía”. Le recomendamos: Los formatos de la discordia para duplicar las afectaciones del Ejército Para darle apariencia de legalidad a esos gastos, cuenta el militar, se camuflaban entre otras ocupaciones. “Con todas las actividades que se hacían, porque se hacían buenas actividades también. Que el día de la familia, que el día de la madre, que el día del padre, que el día de la secretaria, que el día del psicólogo, que el día del… Aparte de eso, la cafetería funcionaba con su aromática, el café, el azúcar, la panela, el maní; lo que pidan para esas reuniones hay. Los consejos directivos, las reuniones...”. El militar asegura que la presión para conseguir dinero lo agobió tanto que se enfermó y pidió la salida de sus cargo administrativo dentro del Cedoc. “Entonces dije: de aquí para adelante, yo no le ayudo a más nadie en esta mierda. Coman mierda, tanto problema y usted qué, lleno de deudas no más. Entonces ahí le dije al jefe de Estado Mayor: ‘no, mi coronel, solicito reléveme de ese cargo ya, yo no quiero trabajar más ahí’”. Estos cuestionamientos que reposan en la Fiscalía y la Procuraduría en contra del general Fajardo no son los primeros que caen sobre el hoy segundo al mando del Ejército. En enero de 2014, Daniel Coronell reveló en su columna de SEMANA que el general, entonces comandante de la Décima Brigada, le prestó un helicóptero Black Hawk a Eduardo Campo Soto, el entonces procurador delegado para las Fuerzas Militares. Se trataba del mismo funcionario que por ese tiempo lo investigaba en un supuesto caso de corrupción.

FOTO: Daniel Coronell denunció que el general Fajardo le prestó un helicóptero al procurador Eduardo Campo y a su familia, cuando este funcionario lo investigaba por corrupción, para que hicieran un viaje de turismo a la Sierra Nevada de Santa Marta. “El general Fajardo no encontró inconveniente en poner la aeronave al servicio del procurador que hace un tiempo le archivó –provisionalmente– una investigación por ‘actos de corrupción cometidos por el coronel Adelmo Fajardo, comandante de la Brigada 14, por mal uso y destinación de bienes del Estado’, de acuerdo con los registros de la entidad. (...) El procurador Campo reconoció que en su despacho cursan dos investigaciones –por presunto homicidio y nexos con paramilitares– contra el general Fajardo”, escribió el periodista hace cinco años. Después de pasar por el Cedoc, el general Fajardo estuvo a cargo del Comando Conjunto del Suroriente Número 3, en el que tenía alrededor de 50.000 hombres bajo su tutela, en varios de los departamentos más convulsos del país. Finalmente, el 21 de diciembre pasado, el Ministerio de Defensa lo anunció como nuevo miembro de la máxima cúpula del Ejército. Por intermedio de la oficina de prensa del Ejército, el jueves en la tarde, SEMANA envió un cuestionario al mayor general Fajardo. El viernes en la mañana el oficial afirmó tener el cuestionario respondido, sin embargo, al cierre de esta edición, al final de la tarde del viernes, esas respuestas jamás llegaron.  PUEDE VER: