En la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova, se llevó a cabo la ceremonia de jubilación de dos perros de las unidades de antiexplosivos y antinarcóticos. Se trata de Bruno y Gandy, un Golden y una Pastor belga malinois, que hicieron parte de las filas de la Escuela Militar de Cadetes durante siete años, fueron entrenados en seguridad, antiexplosivos y antinarcóticos convirtiéndose en los mejores caninos, obteniendo resultados exitosos por su paso en la institución. Por esta razón se les rindió un homenaje que los galardona y hace merecedores de un retiro por lo alto.
La institución militar realizó una emotiva despedida a sus compañeros de cuatro patas, por su obediencia, agilidad y lealtad, por aquellos momentos inmemorables en donde un canino se convierte en un amigo inseparable de los uniformados.
“Es un día muy especial, pero no deja de ser nostálgico, estamos entregando dos de nuestros caninos, que nos acompañaron por años, siendo fieles y nos contagiaban de alegría, fidelidad y nobleza. Por eso buscamos una familia idónea que les brinda amor y todo el cariño que ellos tuvieron durante estos años de servicio en la ESMIC”, resalto el teniente Cristián Rojas.
Agregó que “para el claustro, los animales son parte fundamental; por eso despedir con honores del servicio activo a dos de sus mejores caninos, es tan solo una muestra de agradecimiento para Bruno y Gandy, que siempre demostraron su amor incondicional y respeto para los uniformados, es hora de un merecido descanso para los héroes de cuatro patas, que estarán con sus familias adoptivas”.
El teniente Sandro Cardozo y su familia fueron quienes adoptaron a los jubilados, quienes ahora serán integrantes de este núcleo familiar que aman y respetan a los animales, ellos y sus hijos recibieron a Bruno y Gandy con los brazos abiertos.
Los perros en la fuerza pública son fundamentales en la lucha contra la criminalidad, en los operativos contra narcóticos son pieza clave para detectar cargamentos con estupefacientes.
Recientemente en Barranquilla, un canino de la Policía Antinarcóticos fue descubrió en la Sociedad Portuaria un importante campamento de 300 kilos de cocaína escondidos en cajas que transportaban limones, al parecer, con destino a Holanda.
De acuerdo con la Policía Antinarcóticos de la capital del Atlántico, la Compañía Antinarcóticos de Control Portuario de Barranquilla alertó sobre un cargamento sospechoso que se encontraba en una bodega de refrigeración de una empresa de transporte reconocida.
Al llegar al lugar, las autoridades procedieron a revisar cerca de 5.000 cajas de limones que viajarían a Holanda, en Europa y descubrieron un total de 6.322 láminas de cocaína escondidas en las cajas.
El perro policía Ronny, entrenado para detectar drogas, inspeccionó las cajas y alertó que las cajas contenían algo más que limones.
De acuerdo con el reporte entregado por las autoridades del puerto, “Los uniformados de la Policía Nacional procedieron a realizar el registro exhaustivo a una aparente carga de fruta, encontrando en las cajas de cartón del producto, un elemento plástico con una sustancia solida de color beige la cual tenía olor y características similares a estupefaciente, por ello los uniformados realizaron la Prueba de Identificación Preliminar Homologada (PIPH) y confirmaron que se trataba de clorhidrato de cocaína”.
Con este hallazgo, las autoridades dieron un duro golpe a las organizaciones dedicadas al tráfico de estupefacientes por vía marítima. De acuerdo con el dato entregado por los policías, la afectación a las ganancias de los narcotraficantes sería de 13 millones de dólares.
Es de recordar que tanto el Ejército y la Policía tienen diferentes unidades caninas para combatir a las organizaciones narcotraficantes y subversivas.