Desde hace años el Inpec tiene una deuda con los privados de la libertad, miles permanecen en hacinamiento y desde diferentes instancias han pedido normalizar la situación, pero todos los días se suman más presos a las cárceles, unidades de reacción inmediata y estaciones de Policía.
Esta semana y en un hecho sin precedentes, el Inpec le ha dado parte de cumplimiento a las sentencias de la Corte Constitucional y a las decenas de tutelas falladas en favor de los privados de la libertad, para mejorar sus condiciones de reclusión. Se cumplió con el traslado de más de 3.300 detenidos que se encontraban en las URI y estaciones de policía.
“Las mesas de trabajo efectuadas entre el Ministerio de Justicia y del Derecho, la Policía Nacional de Colombia y el Instituto, han logrado el traslado de 2949 personas privadas de la libertad de centros de detención transitoria en el país y 363 en la ciudad de Bogotá, logrando con ello la descongestión y el deshacinamiento”, señaló el Inpec.
Se trata de un esfuerzo importante, pues lograr espacio en las principales cárceles del país, que ya estaban afectadas por temas de hacinamiento, no parece una estrategia, sino un milagro. El Inpec asegura que con estos traslados se garantiza el derecho a una reclusión digna para los privados de la libertad.
“Con la adopción de estas medidas el Inpec, busca proteger la dignidad humana de las personas privadas de la libertad, garantizando el acceso a la justicia, a la información, a la salud, la alimentación, la higiene y humanizando su condena a través de su vinculación en procesos de resocialización mediante estudio, trabajo y enseñanza, actividades culturales, de recreación y deporte”, dijo el Inpec.
Los procesos de traslado continuarán en la medida en que se logren los espacios en estos centros de reclusión, sin embargo, es prioridad para el Instituto penitenciario contar con la colaboración del Ministerio de Justicia para asegurar los recursos y las instalaciones adecuadas.