En la noche de este lunes, 2 de diciembre, el Servicio Geológico Colombiano (SGC) informó sobre tres sismos consecutivos que sacudieron el océano Pacífico, lo que ha puesto en alerta a las autoridades y ha generado una mayor vigilancia en la región.
Los movimientos telúricos, aunque de magnitudes moderadas, ocurrieron en un lapso relativamente corto, lo que ha provocado que las autoridades estén tomando las precauciones necesarias para garantizar la seguridad de la población y monitorear cualquier posible impacto.
El primer temblor se registró a las 5:58 p. m., con una magnitud de 2.7 y una profundidad menor a los 30 kilómetros, lo que lo clasifica como un sismo superficial. Este tipo de temblores suelen tener efectos más notorios en la superficie debido a la cercanía de su epicentro con la corteza terrestre, aunque en este caso, el sismo fue de baja magnitud.
Menos de una hora después, a las 6:46 p. m., un segundo sismo sacudió la misma zona, alcanzando una magnitud de 2.9, con características similares, es decir, una profundidad también inferior a los 30 kilómetros.
El tercer y último movimiento telúrico ocurrió a las 7:38 p. m., con una magnitud de 2.9, nuevamente en la misma área del Océano Pacífico y con una profundidad superficial menor a los 30 kilómetros.
Esta sucesión de tres sismos en un periodo tan corto, aunque no muy fuertes, ha generado preocupación, dado que cualquier alteración en las zonas sísmicamente activas podría desencadenar movimientos de mayor magnitud.
A pesar de la frecuencia y las magnitudes de los temblores, las autoridades locales, incluyendo el SGC, no han reportado hasta el momento daños materiales ni víctimas. Tampoco se ha emitido ninguna alerta de tsunami o de otros fenómenos relacionados en el océano Pacífico, lo que ha dado un respiro a las comunidades cercanas.
Sin embargo, la situación sigue siendo monitoreada de cerca, ya que la zona es conocida por su actividad sísmica, y es fundamental mantener una vigilancia constante ante posibles réplicas o nuevos movimientos.
El SGC continúa con su labor de monitoreo y análisis, para evaluar si estos temblores son un presagio de una mayor actividad sísmica en la región o si simplemente forman parte de la normalidad sísmica del área.
Aunque los sismos reportados no han causado mayores alteraciones hasta ahora, las autoridades mantienen la alerta, en especial en aquellas zonas costeras que podrían verse afectadas por cualquier cambio en la dinámica del océano o la tierra. La tranquilidad de la población sigue siendo prioritaria, y se insta a la comunidad a mantenerse informada sobre cualquier actualización oficial relacionada con los temblores.
Las autoridades continúan instando a la población a mantener la calma y estar atentas ante la posibilidad de réplicas en las próximas horas o días, ya que los sismos de menor magnitud suelen ocurrir después del temblor principal. La preparación y la vigilancia son esenciales, ya que estos movimientos telúricos adicionales pueden suceder en cualquier momento.
Es fundamental actuar con rapidez y serenidad durante un sismo para reducir el riesgo de lesiones. Existen una serie de pautas esenciales que todos deben seguir para protegerse de manera efectiva y garantizar su seguridad en momentos de emergencia.
Pasos a seguir durante un sismo:
En primer lugar, es esencial mantener una distancia segura de objetos que puedan representar un peligro. Las personas deben alejarse de vidrios, espejos, estanterías, vitrinas, muebles grandes o cualquier otro objeto que pueda caer o moverse debido al movimiento sísmico. Estos elementos, si se desplazan o caen, pueden causar lesiones graves, por lo que se deben evitar a toda costa.
Además, la protección inmediata es vital. Si se encuentran cerca de muebles resistentes o estructuras que puedan ofrecer refugio, como una mesa sólida o una silla robusta, estas deben utilizarse para cubrir la cabeza y el rostro. Durante un temblor, los escombros y los vidrios rotos representan un riesgo significativo para la seguridad, especialmente para las áreas más vulnerables del cuerpo, como la cabeza y el rostro. Por esta razón, es crucial proteger estas partes del cuerpo lo antes posible.