El país está de luto a raíz del trágico accidente ocurrido en carreteras de Santander el pasado martes 22 de marzo, en el municipio de San Andrés, cuando un bus de servicio escolar cayó al vacío y rodó más de 300 metros por un abismo, dejando seis menores fallecidos y otros 16 heridos de gravedad.
Dentro de las víctimas mortales figuran tres miembros de la familia Díaz Pedraza: Yuly Estefany Pedraza Mariño, de 14 años, y sus primos, Julián Camilo Díaz Muñoz, de 14 años, y Aldair Fernet Gómez Díaz, de 12.
El estado en que quedó la ruta escolar da cuenta de la magnitud de la tragedia. El bus terminó sin techo y el panorama final lucía devastador. Los otros menores fallecidos fueron identificados como Erick Joel López Ávila, de 11 años, Damaris Cáceres Mahecha, de 15, y Sneyder Mauricio Jerez Jaimes, de 13.
Los sobrevivientes del accidente llegaron a hospitales en Bucaramanga y Málaga, entre ellos el conductor de la ruta escolar y sus dos hijas, quienes también viajaban a bordo del vehículo. A raíz del fatal accidente, en el municipio de San Andrés se decretaron tres días de duelo por la muerte de los seis niños en la ruta escolar. Además, las clases fueron suspendidas durante dicho periodo.
¿Se pudo evitar accidente?
SEMANA conoció que en junio de 2021 la comunidad envió un derecho de petición preguntado al Invías por el avance de las obras de mejoramiento en la vía en la que hoy se desarrolla una de las tragedias que ha vivido el departamento en los últimos años.
Seis niños sin vida y más de una decena heridos es el resultado del volcamiento de uno de un bus escolar, en la vía que comunica a los municipios de la provincia de García Rovira.
Las alertas del mal estado de la carrera es algo que desde hace varios años ha venido preocupando a los habitantes de la región, sobre todo aquellos que colindan con la vereda Laguna de Ortices, un lugar turístico y muy cercano al colegio en el que estudiaban los niños que fallecieron en el accidente.
Por esa razón, desde el año 2020 se estableció un convenio interadministrativo entre la Alcaldía de San Andrés e Invías para unir esfuerzos en el mantenimiento y mejoramiento de las vías rurales del programa Colombia Rural, del corregir productivo San Andrés - Laguna de Ortices. Sin embargo, según denuncia la comunidad, no se han visto avances en el proyecto.
El concejal Fredy Ramírez lamenta que tuviera que pasar esta tragedia para poder atender los llamados que se han hecho años atrás. Si bien es cierto las autoridades no han dicho cuáles fueron las causas del accidente, Ramírez considera que el mal estado de la vía dificulta la reacción del conductor a la hora del siniestro.
“Invías y alcaldía, ¿qué pasó con el arreglo de la vía en la que murieron niños en Santander?, es lo que pregunta el concejal hoy cuando ve el dolor de las familias. En la respuesta que emitió la alcaldía municipal en su momento –30 de diciembre de 2021– señala que: ´Se está a la espera de la asignación por parte del Instituto Nacional de Vías, Invías, de la interventoría, eso con el fin de dar inicio a las actividades contractuales´”.
El bus debió ser chatarrizado en 2019
Mientras avanzan las investigaciones por la Fiscalía y la Policía de Tránsito tras el accidente en San Andrés, Santander, se conocen nuevos detalles sobre el bus de transporte especial que rodó por un precipicio durante la tarde de este martes, mientras transportaba a 22 niños que regresaban de estudiar en el Instituto Agrícola Laguna de Ortices.
De acuerdo con la Fundación Por la Vía, Por la Vida-Liga Contra la Violencia Vial, este automotor marca Chevrolet era modelo 1998 y por consiguiente, según la normativa vigente en el país, debió ser chatarrizado por tarde en el año 2019.
Mary Botagissio, directora ejecutiva de esta fundación, indicó que desde la Liga Contra la Violencia Vial no se explican por qué este bus tenía SOAT y revisión técnico-mecánica vigente, si se supone que no debía estar operando y mucho menos para transporte escolar. Lo cual indicó que también debe ser investigado.
“En Colombia hay dos decretos que son el 348 de 2015 y el 431 de 2017; con los cuales se establece la vida útil de los vehículos de transporte especial y se deja claro que por máximo, después de 20 años de vida útil, deben ser desintegrados o chatarrizados, como se conoce comúnmente”, dijo Botagissio.