Luego de tres años de litigio, el partido político Mira, que se había quedado sin senadores en 2014, recuperó tres curules por un fallo del Consejo de Estado. Este miércoles Carlos Baena, Gloria Stella Díaz y Manuel Virgüez, se posesionaron en sus cargos ante el presidente del Senado, Efraín Cepeda. Días antes habían recibido las credenciales que los acreditan como nuevos senadores, aunque su periodo solo será por cuatro meses, los que faltan para que se instale el nuevo Congreso. Por cuenta del fallo del Consejo de Estado, perdieron su curul Rigoberto Barón (Centro Democrático), Teresita García (Opción Ciudadana) y Roberto Ortiz (Partido Liberal), quien llegó al Senado apenas el 15 de enero pasado, en reemplazo de Viviane Morales que renunció al partido y al Congreso para ser candidata presidencial. Ortiz no alcanzó a sesionar un solo día pues las labores en el capitolio se reanudan a partir del 16 de marzo.
Los tres, con la mano derecha en alto, juraron frente a la Constitución cumplir con los deberes y las obligaciones propias de su dignidad como congresista. Tanto Baena, presidente del Mira, como Díaz y Virgüez, ya habían sido parlamentarios y comenzarán sus funciones, pero de una forma particular. No podrán conformar una Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) propia, por lo que tendrían que continuar con los asesores de quienes les antecedieron en sus curules.Puede leer: De las urnas a la chequera, la plata que se repartirá por reposición de votosDice el refranero popular que todo torero llega con su cuadrilla, pero en este caso la ley de garantías (Ley 996 de 2005) es la que impediría a los senadores del MIRA trabajar con sus ‘peones de confianza’.Según lo establece esa norma, no se permitirá la contratación de personal durante el tiempo en que se desarrollan las campañas al Congreso y a la presidencia de la República. En contexto: La fotografía del Senado, cuatro años despuésEn la práctica se traduce en que durante el tiempo de ley de garantías, no se permite despedir ni contratar empleados durante el periodo de elecciones y es de obligatorio cumplimiento, como lo señaló la Procuraduría General de la Nación en la circular 007 del 22 de mayo de 2017. Como es natural, los congresistas del MIRA quieren posesionar a sus colaboradores, pero quienes venían trabajando en las unidades legislativas de los tres que perdieron la curul no han renunciado. Este conflicto le corresponde resolverlo a la Dirección Administrativa del Senado, el área encargada de la contratación. Son cerca de 30 empleados entre asesores y asistentes que conforman el equipo de las tres curules que deberán ocupar los nuevos senadores. Le recomendamos: las curules del Mira, un cuento macondianoAunque los cargos de UTL son de libre nombramiento y remoción, para poder dar por terminado los contratos de trabajo, se debe generar un acto administrativo donde se explique y aclare la motivación de la finalización del contrato, so pena de violar bienes jurídicos protegidos por el Derecho Laboral y Penal.Navegue en el mapa interactivo: De izquierda a derecha, así quedó el mapa de Colombia tras las consultasNo es una decisión fácil. Si el Congreso permite una contratación de personal y un despido masivo en época de Ley de Garantías, es muy probable una cadena de demandas que podrían suponer indemnizaciones por parte del Estado.Semana Rural: Lo que realmente mostraron las elecciones al Congreso en las regionesSi bien la decisión de devolverle las curules a los tres senadores del MIRA, nada tienen que ver con lo que pasará con los empleados que venían laborando en las respectivas UTL, lo cierto es que van a tener que acomodarse a su trabajo legislativo con sus asesores y asistentes, mientras se define este nuevo litigio.