El caso penal que la Fiscalía trabó contra los hermanos Catalina y Francisco Uribe Noguera acaba de llegar a su fin. El magistrado Gerson Chaverra, del Tribunal Superior de Bogotá, confirmó la absolución que un juzgado había expedido en favor de los procesados a quienes el ente investigador señaló de encubrir el atroz crimen de la menor Yuliana Samboní, asesinada por el arquitecto Rafael, el menor de los Uribe Noguera. Francisco y Catalina Uribe Noguera duraron casi tres años enredados en un proceso penal. Después de la condena de su hermano Rafael por el crimen de la niña, el supuesto encubrimiento de los hermanos se convirtió en uno de los temas judiciales que acaparó el mayor interés. Tras perder el caso la Fiscalía apeló el fallo del juzgado y este lunes se conoció el veredicto de la segunda instancia, en el cual se ratifica la absolución. Los jueces a cargo han considerado que no existieron evidencias que demuestren que Catalina y Francisco intentaron entorpecer la acción de la justicia o favorecer a su hermano. "Las pruebas deben ser suficientes para despejar cualquier tipo de duda razonable, el fallo no puede basarse en pruebas de referencia", aseguró el juez del caso de primera instancia. Sus argumentos fueron ratificados por el magistrado superior. El primer hecho al que la justicia le restó carácter delictivo está relacionado con el traslado de Rafael a la clínica Monserrat y luego a la Navarra. Aunque la defensa y la Fiscalía estuvieron de acuerdo en las circunstancias que rodearon la salida de los hermanos del apartamento Eqqus 66 junto a Rafael Uribe, cada quien le dio una interpretación diferente.
La Fiscalía interpretó que el hecho de haber llevado a Rafael Uribe a la clínica Monserrat era una jugada para sustraerlo de las autoridades, pero la defensa demostró que ese acto fue una emergencia médica probada. Los informes médicos demostraron que había una emergencia vital y que no hubo ánimo de favorecimiento. Si así hubiera sido los hermanos contaban con los medios económicos, el tiempo y la capacidad para sacar a Rafael Uribe del país o para realizar otro tipo de acto para encubrirlo. Incluso, tenían la capacidad de sacar el cuerpo de la menor y arrojarlo en otro sitio. Todos estos fueron argumentos considerados por el juez y ratificados por el magistrado al resolver la apelación. La justicia también valoró que Francisco entregó a su hermano a las autoridades, informó que estaba en la clínica y cuando la Policía llegó el confesó el delito de su hermano. Además, después llevó al Gaula hasta la escena del crimen. La sentencia inicial hizo énfasis en los testimonios de dos médicos que confirmaron que realmente se trató de una emergencia médica. Uno de ellos, llegó a afirmar que si Rafael Uribe no hubiera sido trasladado de inmediato podía haber muerto. Frente a la acusación de destrucción de material probatorio, la cual estaba basada en la eliminación de los mensajes del teléfono de Rafael Uribe, la justicia consideró que no se configuró ese delito. La Fiscalía debía probar que esos mensajes tenían vocación de material probatorio, no obstante, no lo hizo. Al momento en que el Tribunal Superior de Bogotá confirmó el veredicto favorable a los hermanos la Fiscalía no anunció que tuviera interés en insistir con la casación. Este es el último recurso legal y el cual se eleva ante la Corte Suprema de Justicia para que el máximo tribunal revise una sentencia. La ley da cinco días a partir de que se conoce la decisión para que este recurso sea interpuesto. De no ocurrir, el fallo de segunda instancia quedará en firme y así habrá concluido definitivamente el largo proceso contra los hermanos de Rafael Uribe Noguera.