Pocos hubiesen predicho que la ahora excandidata presidencial Viviane Morales terminaría protagonizando el hecho político de la semana, por cuenta de su renuncia y posterior adhesión a Iván Duque.El miércoles, Morales publicó un video en sus redes sociales en el que notificaba su renuncia a la aspiración presidencial. Habló de saña y trampa por parte del Partido Liberal para excluirla como candidata y aseguró haber sido discriminada por los grandes medios de comunicación en los posteriores debates. También acusó al Consejo Nacional Electoral de impedir los desembolsos de los anticipos para poder hacer campaña.Le recomendamos: No todos los cristianos se van con Duque y VivianeApenas semanas atrás se planteaba que los votos de Morales irían a la campaña de Germán Vargas. Pero dos días después de haberse hecho a un lado de la contienda electoral, Viviane desayunó con Iván Duque, con quien selló una alianza programática basada en la agenda cristiana que ella representa.Morales y Duque hablaron de las coincidencias que entre ellos había en torno a los valores de la familia. La ex fiscal general de la Nación aseguró, luego del sonado desayuno, que en una presidencia del candidato uribista, se darían todas las garantías para que el pueblo cristiano ejerza sus derechos fundamentales de libertad religiosa, de objeción de conciencia, y garantía de que los padres de familia puedan elegir con toda libertad la educación de sus hijos. También señaló que Duque garantizará el derecho a la vida tal como quedó consagrado en la Constitución: "Desde el momento mismo de la concepción".Pero en el ambiente había algo que era difícil de ignorar: el pasado de Morales como fiscal y su papel en la judicialización del exministro Andrés Felipe Arias y del ex secretario general de la presidencia Bernardo Moreno. De hecho, en la mañana del viernes, Arias, un verdadero uribista pura sangre, se despachó contra Morales y la tachó incluso de tener vínculos probados con la ilegalidad.Puede leer: "Es garantía para el pueblo cristiano": Viviane Morales adhirió a Iván DuqueNo fueron pocos los usuarios en redes sociales que comenzaron a escarbar en los trinos de Viviane las épocas en las que ella no era simpatizante del partido del expresidente Álvaro Uribe.El tuit que más llamó la atención es del 10 de noviembre de 2013. En dos líneas, Morales dice: “La propuesta de Uribe es la intolerancia. La otra, en la que yo creo, es la reconciliación”. Esa frase venía acompañada de una entrevista que Viviane le había concedido a El Espectador, en la que decía que Uribe representaba el odio. “Por eso creo que hay que enfrentar la propuesta del uribismo y el país sabe que yo no le tengo miedo a Uribe”.

El 20 de mayo de 2014, Morales volvió a trinar. Esta vez lo hacía para compartir una columna del escritor Santiago Gamboa que se titulaba: ‘¿Cuántos muertos, Dr. Uribe?‘. El texto de Gamboa traía frases fuertes que cuestionaban al expresidente en su intención de continuar con el conflicto armado y no negociar con las Farc: “¿Cuántos jóvenes muertos y mutilados serán necesarios para que el Dr. Uribe calme su sed de venganza?”. Otro aparte de la columna decía: “¿Cuántos cuerpos abaleados, rafagueados, desfigurados por la metralla o las tuercas, cuántos jóvenes soldados amputados, cuántos niños campesinos inválidos, cuántas familias destruidas y desplazadas, cuántos colombianos asesinados por colombianos quiere usted, Dr. Uribe? ¿Con otros diez o quince mil estará bien?”.

Morales fue suavizando con los años su posición frente a Uribe. Sin embargo, seguía siendo su dura crítica. El 15 de marzo de 2016, escribió: “Parece que Uribe fuera el vocero de la mesa de negociación. Con sus trinos informa tergiversando lo que los negociadores del Gobierno callan”.

Le sugerimos: Viviane Morales con Duque y su fórmula con Vargas LlerasMeses después, la exfiscal fue mucho más benévola con el líder del Cetro Democrático: “Uribe sabrá poner su liderazgo al servicio de la paz y la reconciliación”.

Por esos días, era difícil vaticinar que Viviane terminaría aterrizando algún día en la campaña del Centro Democrático. Pero en política las circunstancias se ajustan a los tiempos. De las épocas en que Viviane decía que Uribe era el odio, a las actuales en las que asegura, según un trino de este viernes, que el Centro Democrático representa la “legalidad, el emprendimiento y los valores”.