Como un experimentado militar que no tuvo posibilidades de ascenso, definieron fuentes del Ejército al teniente coronel Carlos Giovanni Guerrero, el oficial colombiano en retiro y de más alto rango capturado en Haití por supuestamente estar v en el magnicidio del presidente Jovenel Moïse.

Estuvo en el Ejército hasta 2018, cuando fue retirado tras 25 años de carrera militar. Por dinámicas propias de los ascensos no fue llamado para lograr el grado de coronel, según indicaron fuentes militares. Su último cargo lo desempeñó al servicio del Batallón Sucre.

SEMANA conoció que la investigación que avanza de manera conjunta con las autoridades de Haití logró determinar que los exmilitares colombianos tenían un grupo de WhatsApp en el que el teniente coronel Guerrero se autodenominó como el coordinador de las acciones de los exmilitares en la isla, quizás porque era el oficial colombiano de más alto rango.

Las conversaciones se mantienen bajo cadena de custodia, pero serían fundamentales para esclarecer el papel real que estaban cumpliendo en Haití los avezados exmiembros del Ejército colombiano. El otro nombre que ha llamado la atención de las autoridades es el del capitán Germán Alejandro Rivera García.

Según fuentes militares, este exuniformado es un curtido hombre en temas de estrategia y de guerra militar, siempre hizo parte de las fuerzas especiales del Ejército. Se retiró de la institución en 2012 luego de 14 años de servicio. Fuentes de la investigación confirmaron que, al igual que el coronel Guerrero, era uno de los que estaban al mando de las operaciones de los otros exmilitares colombianos en Haití. La información señala que sería quien se encargó de articular el viaje de los experimentados hombres.

Dos oficiales muertos

SEMANA conoció en exclusiva las hojas de vida de los dos oficiales que murieron luego del operativo policial de las autoridades haitianas. Al igual que el coronel Guerrero y el capitán Rivera García, eran hombres con experiencia en el campo de batalla. Se trata del sargento primero Mauricio Javier Romero Medina y del sargento viceprimero Duberney Giraldo. Sobre Romero Medina, se conoció que ingresó al Ejército en marzo de 2000, era oriundo de Neiva y tenía 45 años de edad. En su hoja de vida se registran cinco felicitaciones, perteneció al batallón de infantería n.° 2 en Sucre, donde fue jefe de inteligencia.

En los sistemas de las autoridades colombianas no figuran órdenes de captura vigentes. Tras el revuelo que ha causado el crimen, las autoridades recorrieron los pasos migratorios de estos dos uniformados y encontraron que el sargento Romero Medina salió rumbo a Santo Domingo, en República Dominicana, el 4 de junio de 2021 desde Bogotá. Ahora se encuentran revisando sus últimos contactos. En cuanto al sargento viceprimero Duberney Giraldo, de 40 años de edad, de 1,70 metros de estatura, se conoce que había ingresado al Ejército en enero de 2001 y se retiró en el mismo mes de 2020. Había recibido cinco felicitaciones y perteneció a la hoy cuestionada Brigada 30 de Cúcuta, en Norte de Santander.

“Las verificaciones que hemos hecho en sus hojas de vida (de los exmilitares detenidos en Haití) señalan que los retiros se han dado entre 2018 y 2020 (…) este es un tema propio de actividades mercenarias y eso es lo que hemos podido verificar nosotros”, dijo el comandante de las Fuerzas Militares, el general Luis Fernando Navarro.

¿Quiénes son los otros detenidos?

Los otros exmilitares que se encuentran en poder de las autoridades de Haití, bajo vigilancia especial por ser piezas clave en las investigaciones, son los exsoldados profesionales Víctor Albeiro Pineda, Manuel Antonio Grosso, John Jairo Ramírez, Alejandro Giraldo Zapata, Naiser Franco Castañeda, Enalbert Vargas Gómez, John Jairo Suárez Alegría y el sargento viceprimero Ángel Mario Yarce Sierra. De acuerdo con fuentes del Ejército, estos exmilitares cuentan con una experiencia de por lo menos 20 años en la fuerza.

Alejandro Zapata, exsoldado, tiene experiencia en combatir terrorismo urbano e hizo parte de las fuerzas especiales tras aprobar pruebas antiguerrilla. Víctor Pineda, exsoldado, tiene conocimientos en manejo de explosivos, manipulación de armas de largo alcance y combatió el delito del secuestro en zonas de alto impacto.

Por su parte, John Ramírez, exsoldado, es francotirador, aunque también estuvo en operaciones en las que se requirió el manejo de equipos motorizados y es experto en equipos de comunicación. Entre los detalles que se han venido conociendo sobre los exmilitares que fueron a esta misión en Haití, se supo que uno de los detenidos se encuentra vinculado a un proceso por falsos positivos en la Justicia Especial de Paz. Se trata del exsoldado Francisco Eladio Uribe. Así lo dio a conocer el general Navarro.

¿Es ilegal el trabajo de mercenario?

Uno de los interrogantes que surgieron en la opinión pública tiene que ver con el trabajo de mercenarios llevado a cabo por exmilitares retirados colombianos. Fuentes han señalado que esta es una actividad que no está prohibida. Incluso dijeron que en la actualidad hay personal que fue miembro de la fuerza pública nacional y hoy se encuentra prestando diferentes servicios en Dubái.

SEMANA consultó con fuentes militares sobre por qué estos hombres fueron los seleccionados para viajar a Haití a una misión de la cual aún no se tiene claridad. Explicaron que se debe a su historial, pues son hombres que en el Ejército hicieron parte de las operaciones especiales, de los cuerpos élite que desarrollaban acciones de alta precisión. Son lanceros y paracaidistas puros, que recibieron entrenamiento en las bases del Guaviare, en donde hacen cursos de comandos terrestres. En síntesis, son hombres que difícilmente fallarían en una misión. Por eso la pregunta: ¿realmente a qué viajaron a Haití? n