Desde que se supo que el servicio de Uber sería suspendido en Colombia por "competencia desleal", el senador Jorge Enrique Robledo ha arremetido contra esta plataforma y ha dicho que debe ser regulada. Uber apeló la decisión de la Superintendencia. SEMANA: Usted está de acuerdo con la decisión de suspender a Uber. ¿Por qué? Jorge Enrique Robledo (J.E.R.): Quiero dejar claro que mi discusión no es en contra de aplicaciones o desarrollos tecnológicos. Tampoco tengo desacuerdo con que los taxis deben mejorarse. Pero no puedo estar a favor de quienes violan la Ley. Uber es una empresa de corruptos que promueve la violación de la ley. No lo digo yo. Lo ha dicho la Superintendencia de Transporte y la de Industria y Comercio. Yo entiendo a los que les gusta montar Uber, pero yo no respaldaría a una aplicación que viola la ley. SEMANA: Ha dicho que en el gobierno de Santos se trató de negociar con Uber, pero que no se llegó a ningún acuerdo para regular esta plataforma. ¿Qué paso? J.E.R.: Santos expidió un decreto con todo tipo de gabelas para Uber, pero cuando les dijo que tenían que ser un servicio público y que la aplicación debía ser de transporte público lo mandaron al carajo. Le dijeron en la cara que no. Uber es rentable porque viola la ley. Cuando la Superintendencia les dijo que eran competencia desleal, es porque está violando la ley. Además Uber comete otro delito que es penal y es que fijan las tarifas. Eso se llama usurpación de funciones públicas, pueden terminar en la cárcel. Es una vergüenza que permitamos que una transnacional venga al país a delinquir.
SEMANA: En el Congreso también se han hecho intentos para regular Uber. ¿Qué ha ocurrido? J.E.R.: En el Congreso se ha intentado legislar en tres o más ocasiones atendiendo los reclamos de Uber. Y ninguna ley ha prosperado porque a Uber lo único que le sirve es poder prestar el servicio con carros particulares, o sea violar la ley, y que le reconozcan que no es una empresa de servicio público para poder hacer lo que se le dé la gana. Y nadie se atreve a pasar un proyecto así porque es inconstitucional. SEMANA: ¿Por qué le parece un error garrafal que los taxis dejen de ser considerados un servicio público para que puedan competir con Uber en igualdad de condiciones? J.E.R.: En economía hay dos tipos de negocio: los servicios públicos y los que no lo son. Cuando se trata del primero, debe haber algún tipo de control. No pueden tener acueductos sin controles. Las universidades no pueden hacer lo que se les de la gana y los bancos tampoco. Usted no puede llegar al aeropuerto El Dorado y de la nada vender pasajes para Villavicencio. Tiene que cumplir la ley. Uber, por ejemplo, les cobra a los conductores el 30 por ciento de un viaje solo por darles permiso que usen la plataforma. Si se acabaran los taxis amarillos y solo hubiera Uber solo se podrían conseguir carros a través de la plataforma. Pero si usted no tiene un Smartphone entonces qué hace. A esto se suma que no tiene ningún tipo de seguro para el pasajero o sus conductores. SEMANA: Pero Uber ha dicho que sí cuenta con seguros para los conductores y para los pasajeros… J.E.R.: Es mentira. Se lo explico. Se van para una aseguradora y le dan un seguro para un carro particular. Pero si le pasa algo a un pasajero la aseguradora no puede responder porque no era para servicio público. Es que los de Uber son unos mentirosos profesionales. Se lo pongo de otra manera. No es lo mismo sacar un permiso de riesgo para un hotel que para una casa de familia. Un carro particular está dos horas en la calle. Uno de servicio público más de 12 horas.
SEMANA: ¿Qué hacer con las miles de personas que encontraron en esta plataforma un empleo, teniendo en cuenta el alto nivel de desempleo que hay en el país? J.E.R.: Uber dice que le importan mucho los conductores, pero no los reconoce como empleados. Les dice que son dizque socios para no pagarles prestaciones, salud, vacaciones, ni nada. Si quiere tanto a los conductores, si les preocupa tanto que se queden sin trabajo, legalícelos. Es que ese cuento de que son socios... son unos tramposos. Quiero dejar claro que mi pelea no es con los conductores. Para mí ellos son unas víctimas de los de Uber. SEMANA: Algunos dicen que su posición es muy radical frente a Uber. J.E.R.: Si les parece que estoy mintiendo al decir que violan la ley, que me demanden y que un juez decida quién tiene la razón. SEMANA: ¿Otras aplicaciones como Beat, Didi, Picap, etc., deberían correr con la misma suerte que Uber? J.E.R.: Todas son igual de ilegales. Vieron el mal ejemplo y vinieron a corromper. SEMANA: Algunos dicen que esa suspensión de Uber va en contra de la economía naranja. J.E.R.: Eso tampoco es cierto. Es que el problema es que si es ilegal, está mal. El Estado tiene que proteger al ciudadano y frente a Uber está desprotegido desde todo punto de vista. Uber no responde por nada. SEMANA: ¿Cuál sería la solución entonces? J.E.R.: Que los de Uber cumplan la ley. Porque si se cambian las leyes y le quitan el cupo a los taxis, por ejemplo, es muy probable que el Estado tenga que indemnizar a quienes hicieron la inversión. No solo eso, tendríamos 40.000 taxis nuevos si eliminan el cupo en seis meses. No hay ninguna ciudad en el mundo que deje esto a la regulación del mercado. Uber tampoco nos ha dicho cuántos carros tienen funcionando, cuánto contaminan, cuánto le aportan a la congestión.
SEMANA: Usted también está en contra de la exigencia de las tabletas a los taxis. ¿Por qué? J.E.R.: Yo no he dicho que no se tengan que mejorar muchas cosas en los taxis. Pero por favor no les molesten más la vida a esta gente. Esas tablas solo van a ser para los amarillos porque a los de Uber no les van a exigir eso. Respeten a esta gente de bien, que tiene un trabajo pesado y no la tiene fácil. Tras de que ya tienen carga, ahora les va a tocar invertir 2 millones de pesos más en algo que es una charlatanería. ¿Cuánta gente sabe usar bien una tableta para poner una dirección? ¿Quiénes van a ser los comisionistas que van a ganar de eso?