El pasado lunes, 19 de agosto, Uber Noguera, quien era firmante del acuerdo de paz, fue hallado sin vida en la vereda Digua del corregimiento Quera-mal de Dagua, Valle del Cauca.
La noticia fue confirmada por el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), quien además detalló que el firmante de paz había sido secuestrado y posteriormente asesinado.
Noguera, quien se encontraba en proceso de reincorporación y adaptación comunitaria en el departamento del Valle del Cauca, desempeñaba varios roles importantes en su comunidad. En su función como consejero de reincorporación del Partido Comunes en el Municipio de Dagua, trabajaba para apoyar a otros excombatientes en su transición hacia una vida civil.
Además, Noguera era el representante legal de la Asociación Viviendista 26 de Marzo, donde contribuía al desarrollo y gestión de proyectos relacionados con la vivienda. Su labor en estos ámbitos reflejaba un compromiso significativo con la integración social y el progreso comunitario.
La Defensoría del Pueblo ha emitido el documento AT 017/21, en el que advierte sobre los riesgos que enfrentan los firmantes del acuerdo de paz. Según el informe, estos riesgos están relacionados con el interés de los actores armados ilegales en ciertos territorios específicos, lo que también obstaculiza el proceso de reincorporación de los excombatientes.
De acuerdo con Indepaz, en este territorio habría presencia del Frente Jaime Martínez del Bloque Occidental y bandas de carácter local.
Por su parte, la Defensoría destaca que la presencia y actividad de estos grupos ilegales representan una amenaza significativa para la seguridad y la estabilidad de las regiones afectadas, complicando aún más el proceso de reintegración.
Masacre en Valledupar
Hay conmoción en la ciudad de Valledupar por el homicidio de cuatro personas en el corregimiento de Caracolí en la noche del pasado 13 de agosto. Las autoridades avanzan en las investigaciones para dar con el paradero de los responsables.
La información preliminar advierte que un escuadrón de sicarios llegó hasta una vivienda y, sin mediar palabra, atentó contra la vida de tres sujetos. En medio de la fuga, el mismo grupo lesionó a un cuarto ciudadano hasta causarle la muerte.
De acuerdo con el reporte de medios locales, las víctimas serían Luis Miguel Támara Castillo, alias El Huevo; Jaison Javier Aragón; Jader Pertuz; y Yulibeth Morillo López, distinguida en el sector con el sobrenombre de La Cucaracha.
Las primeras indagaciones sostienen que, supuestamente, este homicidio múltiple tendría relación con la confrontación de diversos actores por el control de las rentas ilícitas en Valledupar, principalmente, el tráfico de estupefacientes.
El congresista Carlos Felipe Quintero mostró pesar por la situación e instó a las autoridades a esclarecer este lamentable suceso que sumaría la masacre número 42 en lo que va corrido del año, según los registros del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
“Lamentamos profundamente el asesinato de cuatro jóvenes en el corregimiento de Caracolí, municipio de Valledupar. Esperamos que las autoridades esclarezcan este repudiable hecho y que la justicia actúe de manera oportuna”, dijo el representante.
Además de este hecho de violencia, también se están indagando por una serie de amenazas que habría emitido el Clan del Golfo en contra de líderes sociales del departamento del Cesar, a quienes acusan de “escudar en los territorios [a] grupos paramilitares”.
Las intimidaciones cobijan a 27 personas que integran juntas de acción comunal en zonas rurales de Valledupar y, en medio de un panfleto, el grupo criminal les dio 48 horas para abandonar el territorio, de lo contrario, tendrían que acogerse al proceder de sus hombres.
La Policía Nacional, el Ejército y la Fiscalía General de la Nación están confirmando la veracidad de las palabras de las Autodefensas Gaitanistas e incrementaron la presencia en los territorios mencionados en la carta para agotar las amenazas.