Expertos explicaron en SEMANA Noticias qué tan oportuno es promover un día sin carne en Bogotá, las ventajas y los beneficios para la salud de esta iniciativa, todo en el marco de la emergencia climática declarada y las acciones que llevarían a mitigar su impacto.
El presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, aseguró que iniciativas como un día sin carne forman parte de una estrategia demagógica que además pone en riesgo derechos como la libertad.
“A mí me parece que aquí lo primero que hay es una restricción de libertad, y segundo, una clara violación de los derechos que tienen los carniceros, los que trabajan en la ciudad de Bogotá, por el costo de la carne para poder trabajar, simplemente por politiquería, por demagogia que obviamente no conduce a nada, ni mucho menos a atenuar los gases de efecto invernadero, porque ni siquiera ese tema lo entienden bien los mamertos ambientalistas que usan el tema como ariete, como instrumento para golpear a otros sectores de la sociedad colombiana”, señaló Lafaurie.
En la misma entrevista con el presidente de Fedegán, intervino la concejala ambientalista Andrea Padilla, no solo para defender la iniciativa de un día sin carne, sino para aclarar que se trata de un evento libre y espontáneo, abierto para quienes quieran participar.
“No es una medida obligatoria, es una medida pedagógica. Lo que se propone es que un día al año, por lo menos, se haga una campaña intensiva, una sensibilización relacionada con la promoción de no consumo de productos de origen animal o derivados de su explotación en sintonía con recomendaciones de científicos muy reputados”, explicó la concejal en diálogo con SEMANA Noticias.
La concejala aseguró, además, que las evidencias científicas demuestran la urgencia de un cambio en los hábitos de consumo, no solo en lo relacionado con la ganadería, sino otros escenarios que exigen nuevas formas de comportamiento con el medioambiente.
“Son expertos que han señalado el grave efecto y los impactos ambientales que tiene la crianza de animales para consumo humano. Ese es el propósito, claramente hacer un trabajo de educación, de pedagogía, que tiene que ser cada vez más necesario, más determinado; dar a las cifras que muestran que la ganadería es una actividad con mayor impacto en la crisis climática”, enfatizó Padilla.
Lafaurie respondió a la concejala, recordando otros estudios científicos, que en su criterio muestran cómo no solo la ganadería es la responsable del efecto invernadero, sino que otros factores, que poco se atacan y que causan mayor daño.
“El estudio, supuesto del panel de expertos de la organización de Naciones Unidas, no es cierto porque yo también tengo estudios muy de fondo, a nivel de Naciones Unidas, que dicen lo contrario. Por ejemplo, que en Colombia nadie hace ganadería intensiva, confinada. Aquí no existe eso y, si existe, es una cosa absolutamente marginal; la ganadería está a base de pastura natural. Yo personalmente desde el año 2006, dando ejemplo a los ganaderos de Colombia, avancé en el programa de ganadería sostenible que es un referente mundial”, dijo el presidente de Fedegán.
Insiste Lafaurie que pretenden usar la ganadería para convertir a Bogotá en un referente obligado sobre el cambio climático, mientras convencen a jóvenes de sumarse a ese tipo de iniciativas.
“Tratan de justificar una propuesta supuestamente pedagógica a propósito de hacer de Bogotá una ciudad pionera a nivel de América Latina, en el tema del cambio climático, como una Sudán que cuida el medioambiente, y nada es verdad. Puro cuento, puro cuento demagógico para tratar de atrapar a círculos juveniles que obviamente tienen una mayor preocupación por el tema del medioambiente”, dijo Lafaurie.
La polémica está abierta, al igual que la propuesta del Concejo. El día sin carne no tiene fecha, pero la discusión ya está sobre la mesa.