El reciente anuncio de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en cabeza de su presidenta Patricia Linares, de que las Farc reconocieron su autoría en el asesinato del líder político Álvaro Gómez Hurtado, en hechos ocurridos el 2 de noviembre de 1995, ha suscitado una serie de reacciones y rechazo por parte de diferentes sectores en el país. De hecho, la extinta guerrilla señaló que “fue un error haber asesinado a un político de la talla de Gómez Hurtado”.
Entre quienes se pronunciaron destaca Gustavo Petro, quien refirió que al ser revelada la verdad sobre el magnicidio del líder político, queda en evidencia que las Farc cometieron “un enorme desacierto humano y político en la historia de Colombia”.
“Cuando no intuíamos ni de lejos que las Farc fueran los verdaderos asesinos de Álvaro Gómez Hurtado, queda en evidencia que con ese asesinato las Farc acabaron con una posibilidad de una derecha democrática y republicana en Colombia, y la reemplazó e impulsó en el poder una derecha profundamente antidemocrática y totalitaria”, compartió el senador a través de un audio.
Sumado a lo anterior, Gustavo Petro mencionó que de la lista de los presuntos asesinos de Álvaro Gómez Hurtado que le suministró la extinta guerrilla a la JEP, tres de ellos estuvieron ligados con él política e intelectualmente.
“Álvaro Gómez Hurtado de quien fui conocido suyo en los últimos días de su vida y con quien hicimos una alianza para hacer la Constitución de Colombia en la Asamblea Constituyente del 91; Jesús Antonio Bejarano, quien fue mi director de tesis, mi profesor de economía y uno de los mejores economistas del país; y Hernando Pizarro León Gómez, hermano de Carlos Pizarro, a quien conocí dentro del M-19 y que terminó en un proceso de degradación política y militar, muy parecida a la mayoría de los que sufren la guerra”, compartió Petro.
A través de un comunicado, el partido Farc señaló que está dispuesto a contar toda la verdad “sin intermediarios y sin interpretaciones” sobre el magnicidio del político conservador. “Ante la JEP y la Comisión de la Verdad explicaremos por qué Álvaro Gómez Hurtado era considerado por nuestra organización un objetivo militar y un enemigo de clase que representaba a quienes habían declarado la guerra a las nacientes FARC-EP y por qué decidimos callar este hecho todos estos años”, señala el comunicado.