En la zona de influencia de Hidroituango buscan a más de 200 personas que fueron lanzadas a las aguas con las que prometen entregarle al país el 17 por ciento de su demanda de energía. Los restos tendrían marcas violentas y el relato de sus familiares daría cuenta de que fueron víctimas de desaparición forzada en el norte de Antioquia.
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) evalúa la posibilidad de ordenar una inspección forense para buscar los posibles cadáveres que estarían atrapados en el terreno. La preocupación de los demandantes es que con el encendido de las dos primeras turbinas de la hidroeléctrica se alteren las tierras donde estarían sus seres queridos.
Juan Carlos* no sabe nada de su primo desde hace 20 años. El campesino residía en una finca del municipio de Ituango y, de la noche a la mañana, se perdió. Con el tiempo tomó fuerza la hipótesis de que había sido asesinado por un grupo armado y tirado al río Cauca. Al parecer, los pescadores recuperaron los restos y los enterraron en una de las playas.
Lo mismo pasó con el hermano de Santiago*, que fue baleado el 20 de noviembre de 2002 en medio de una masacre en el puente de Pescadero de la misma población, crimen que fue atribuido a los integrantes del frente 18 de las Farc. Ese día flotaron los cadáveres por el agua, los habitantes de la ribera los recuperaron y les asignaron una tumba NN.
El allegado de la víctima alertó que la zona donde habrían sepultado al hombre fue inundada por Empresas Públicas de Medellín (EPM) para adecuar el embalse de Hidroituango. Según el Movimiento Ríos Vivos –que se declaró opositor al proyecto–, este caso se repetiría otras 200 veces, que están siendo investigadas por una unidad de la Fiscalía.
“Las personas que vivían en las orillas del Cauca agarraban los cuerpos que bajaban y los enterraban a un lado del río. Ellos dejaban como seña un árbol o sembraban cualquier cosa. Hoy nosotros tenemos identificados esos puntos, pero advertimos que se podrían perder por la inundación que hizo EPM”, mencionó el grupo de defensores.
De acuerdo con la información que las autoridades han podido recopilar en el sector de influencia de la planta, los residentes no alertaban a las autoridades sobre los hallazgos porque les daba temor denunciar, ya que tenían la presión de los frentes 18, 36 y 5 de las Farc, también de los paramilitares.
Pero la compañía de servicios públicos, que hoy tiene a cargo el desarrollo de la hidroeléctrica y que está próxima a inaugurar el atropellado proyecto, aseguró que, si en el sector hay restos de ciudadanos reportados como desaparecidos, no están ubicados en el marco de la obra que se extiende por los pueblos de Ituangoy Briceño, en Antioquia.
Frente a este escenario, el Movimiento Ríos Vivos le solicitó a la JEP tomar una decisión sobre los sitios donde podrían estar los cadáveres. Así las cosas, se contrató un informe en el Centro Forense Integral Equitas Colombia que informará si en el área de influencia de Hidroituango estarían los restos de las personas reportadas como desaparecidas.
Las conclusiones se iban a exponer el pasado 6 de diciembre en una audiencia encabezada por la Sección de Primera Instancia para Casos de Ausencia de Reconocimiento de este tribunal, donde también fueron citadas otras entidades, entre esas Empresas Públicas de Medellín.
Sin embargo, el procedimiento se reprogramó para el próximo 15 de diciembre por petición de la defensa de EPM. En ese encuentro se escucharán las recomendaciones de Equitas Colombia y las partes podrán presentar observaciones y objeciones al informe pericial.
Esta discusión vuelve a tomar fuerza en el momento en que Hidroituango está a horas de encender las dos primeras turbinas. Justamente el día en que se realizará la audiencia en la JEP se podría inaugurar la obra. Ese día el Movimiento Ríos Vivos mostrará su preocupación por la activación de las unidades, dado que podría afectar la búsqueda, mientras que a las víctimas les gustaría que se vaciara el embalse para encontrar a los suyos.
*Nombres modificados por solicitudes expresas de las fuentes.