Una compleja situación de orden público se está presentando en el departamento del Cauca, en el municipio de Argelia, en donde hay desplazamientos masivos de campesinos tras los reiterados enfrentamientos entre las disidencias de las Farc, frente Carlos Patiño, y la estructura José María Becerra del ELN.

En las últimas horas se registro la salida de sus territorios, por temor a caer víctimas de las balas cruzadas de los fusiles de estos grupos ilegales, de cerca de 250 personas entre niños, mujeres, hombres y adultos mayores, que tuvieron que dejarlo todo para salvar sus vidas.

Según el secretario de gobierno de Argelia, Carlos Adrián Daza, la situación en el municipio es crítica. En diálogo con SEMANA, dijo que en lo que va corrido del año ya son cerca de 14 los desplazamientos que se han presentado en esa región del país, dejando como víctimas de la violencia más de 5.000 personas.

“Los propios funcionarios municipales han sido víctimas de amenazas por parte de esas agrupaciones armadas, dos funcionarios renunciaron precisamente porque fueron intimidados por hombres de estas agrupaciones”, indicó Daza.

Por está razón, le hizo un llamado al gobierno nacional para que tome medidas que no solamente estén en caminadas con el ingreso de fuerza pública, sino que además se tengan en cuentan proyectos de inversión social y la implementación de los acuerdos de paz.

Aclaró que en ocasiones los campesinos que abandonan sus terrenos no regresan por el miedo que les generan las acciones de las agrupaciones al margen de la ley. De acuerdo con Daza, las disputas por cultivos ilícitos, rutas de narcotráfico y demás actividades criminales derivadas de los narcóticos, ocasionan que las guerras entre las organizaciones al margen de la ley que no distinguen entre autoridades y civiles.

Es de anotar que diferentes informes de inteligencia militar y de policía, señalan que en esta región del país hay presencia de varias facciones de las disidencias de las Farc, como lo son Dagoberto Ramos, Carlos Patiño y Jaime Martínez.

La guerra por estas tierras, de acuerdo con los informes de inteligencia se da al igual que otras regiones del país como Catatumbo, en Norte de Santander y Tumaco en Nariño, por el alto número de hectáreas con cultivos de uso ilícito.

Incluso, aunque por el momento se encuentra detenido, el gobierno ha insistido en que, para combatir la expansión de los cultivos ilícitos, que se dieron en medio de la negociación de los acuerdos de paz con las Farc, se debe regresar a las fumigaciones con glifosato desde aviones.

Es de recordar que esta estrategia, utilizada por muchos años en el país, fue suspendida por el expresidente Juan Manuel Santos, luego de alertas sobre posibles afectaciones a la salud de las personas que tuvieran contacto con el herbicida.

En consecuencia, el control de los narcocultivos quedó ligado esencialmente a la erradicación manual y voluntaria, que se empezó a intensificar luego de la firma del acuerdo de paz con la otrora guerrilla de las Farc. Sin embargo, la siembra alcanzó una cifra récord en Colombia de más de 180.000 hectáreas.

Muchos de esos cultivos están en el Cauca, especialmente en el norte del departamento. El corredor de los municipios Miranda, Caloto, Corinto y Toribío tiene un amplio crecimiento de sembradíos de marihuana y hoja de coca.

Incluso el actual gobierno ha insistido en que algunos hechos de violencia de impacto nacional, como las masacres, se dan como consecuencia de la guerra que hay entre las organizaciones ilegales armadas por cuenta de los cultivos de droga, desde donde se desprenden los ajustes de cuentas. Es de anotar que el departamento de Cauca es uno de los que cuenta mayor presencia de fuerza pública en el país.