El próximo miércoles el Senado de la República realizará una votación trascendental para el futuro del país. Ese día elegirá dos de los magistrados de la Corte Constitucional ternados por el presidente de la República. Esa determinación tiene gran importancia en este momento, pues una vez se posesionen deberán estudiar temas clave como la Ley de Amnistía, el Acto Legislativo de la JEP, la reforma tributaria, los decretos del fast track y el Código de Policía. Así mismo, analizarán la constitucionalidad del referendo sobre la adopción impulsado por Viviane Morales si el Congreso lo aprueba.Las dos ternas enviadas por el presidente incluyen solo académicos prestigiosos y casi todos son expertos en derecho constitucional. Carlos Bernal Pulido es uno de los profesores más reconocidos en esa área en el mundo; Cristina Pardo Schlesinger ha sido directora del Área de Derecho Constitucional de la Universidad del Rosario; Isabel Cristina Jaramillo dirige el Doctorado en Derecho de la Universidad de los Andes; Néstor Osuna Patiño ha encabezado el Departamento de Derecho Constitucional de la Universidad Externado; Natalia Ángel Cabo es una reconocida profesora de la Universidad de los Andes; y María Margarita Zuleta González es experta en temas de transparencia y actualmente dirige Colombia Compra Eficiente.Le recomendamos: Presidente Santos presentó las ternas para la Corte ConstitucionalEn la primera terna Cristina Pardo parte como favorita, pues tendría asegurados los votos de la Unidad Nacional, con el apoyo de La U, los liberales y Cambio Radical. Además, se dice que los conservadores se sumarían a esta candidatura y que por su perfil puede contar con apoyos de otros partidos. En la segunda terna la disputa resulta un poco más pareja entre Bernal y Osuna, aunque en los últimos días el primero habría tomado una ventaja importante. Entre los liberales habría mayoría a favor de Osuna, mientras que los conservadores se inclinan por respaldar a Bernal. Cambio Radical parece tener definido su respaldo a Bernal y la Alianza Verde (Claudia López y Antonio Navarro) estaría con Osuna. Se dice, además, que Bernal podría haber ganado apoyos clave en otros partidos que estarían inclinando la balanza a favor suyo. Pero aunque esas son las cábalas políticas al momento, en el Congreso está demostrado que en los últimos días todo puede cambiar.Le puede interesar: Corte Constitucional: ¿Qué está en juego?En la primera terna, Cristina Pardo es la favorita. En la segunda la pelea está pareja entre Néstor Osuna y Carlos Bernal Pulido.Mientras se agiliza la escogencia de estos dos magistrados, la postulación de los candidatos de la Corte Suprema avanza lentamente. Sin embargo, la culpa no es solo de la Corte Suprema de Justicia. También la tiene el sistema de elección, pues exige unos requisitos tan amplios que solo para estas dos ternas hay una lista de 57 candidatos. Y como no existen reglas claras para calificar el currículo de cada uno de ellos, las votaciones se prolongan por meses. Si a eso se suman las tradicionales pujas de poder que se presentan en este organismo y la capacidad de veto que tienen algunos magistrados, la situación suele ser bastante complicada.No obstante, después de varios meses en el limbo, las salas de la corte habrían llegado a un preacuerdo para presentar unas listas más cortas para facilitar la votación. Para reemplazar al exmagistrado Jorge Iván Palacio habrían sido seleccionados el exmagistrado del Consejo Superior de la Judicatura Wilson Ruiz; el excontralor de Bogotá Diego Ardila; la exviceprocuradora Martha Castañeda; la magistrada del Consejo Superior de la Judicatura Magda Acosta; y el magistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia Luis Benedicto Herrera. Para reemplazar al exmagistrado Luis Ernesto Vargas se encuentran el magistrado auxiliar de la Corte Constitucional Alejandro Ramelli; el director de Maestría de Derecho Constitucional de la Javeriana Álvaro Motta; la exmagistrada auxiliar de la Corte Constitucional Diana Fajardo; la magistrada del Tribunal Superior de Medellín Bárbara Talero; el exrepresentante a la Cámara Carlos Ardila; y el magistrado del Tribunal Superior de Ibagué Ricardo Bastidas. Se espera que la próxima semana por fin haya humo blanco.Nosotros sugerimos: Candidatos a la Corte Constitucional: ¿Quién es Quién?La interinidad de la corte ha preocupado incluso al presidente de esa corporación, Luis Guillermo Guerrero, si se tiene en cuenta la trascendencia de las decisiones para adoptar en las próximas semanas. Sin embargo, esta situación es una noticia anunciada, pues cada ocho años deben reemplazarse casi al mismo tiempo cinco magistrados de la corte cuyos periodos se vencen con una diferencia de solo dos meses. Por eso para futuras ocasiones es posible que este proceso se adelante con anticipación, para no esperar a que termine el periodo para elegir a los nuevos.La justicia no ha podido resolver el problema de la interinidad en sus altos cargos. En la Corte Constitucional un encargado fue nombrado con el voto de otros tres encargados.Otra lección es que la ley debe contemplar un proceso más estructurado para elaborar las ternas, con una revisión previa no solo de los requisitos básicos, sino también con una calificación concreta de los currículos de los candidatos. En efecto, como los requisitos son tan amplios las cortes terminan haciendo decenas de votaciones para escoger entre 30 o 40 personas.El país ha intentado sin éxito evitar la interinidad en los altos organismos de la Justicia. La Fiscalía, por ejemplo, ha estado en encargo por más de un año. Lo mismo ha pasado en el Consejo de Estado y en la Corte Suprema. En la Corte Constitucional la situación llegó a un punto surrealista: un encargado fue elegido con la votación de otros tres encargados.Pero más allá de estos problemas, lo cierto es que la elección en la Corte Constitucional es fundamental para algo mucho más de fondo: la recuperación de la confianza en la Justicia. En los últimos años el organismo dejó de ser una de las instituciones más admiradas por los colombianos a ser objeto de críticas por los excesos de sus sentencias y los problemas de sus magistrados. Más allá de reformas, lo cierto es que la llegada de juristas con experiencia, sin intereses personales y sin afán de protagonismo puede darle el giro que el país pide y necesita.