Luz Yamile López y William Cardozo, una pareja de bogotanos, fallecieron el 1 y el 16 de junio, en pleno tercer pico de la pandemia, a causa de la covid-19, al igual que cientos de personas que han fallecido en las últimas semanas y desde hace un año.

El drama familiar que encarnan no se trata únicamente de la enfermedad, sino del las reservas que tenían frente a esta debido a las noticias falsas y la desinformación en las redes sociales. Su caso demuestra el peligro de la desinformación, que ha producido efectos que aún la sociedad no dimensiona.

Jonathan López, hijo de Luz Yamile, contó en SEMANA cómo su mamá, de 63 años y su pareja, de 54 años, estaban convencidos de que el coronavirus era una mentira y una manipulación de “los gobiernos”.

William, especialmente, no creía en el virus y pensaba que era una simple gripe, exagerada por los políticos a nivel mundial. Con este pensamiento se mantuvo casi hasta sus últimas horas de vida.

A pesar de que ambos estaban en la etapa 2 y 3 del Plan Nacional de Vacunación, ninguno había recibido ni el primer pinchazo. “Este es el resultado del escepticismo frente a esta pandemia, existen unas falsas creencias frente a lo que nuestro país está cursando con la covid”, explicó López, quien es gerontólogo y como trabajador de la salud conoció el virus de cerca desde el principio.

“Estuvimos en la semana del 27 de mayo por su cumpleaños y me dijo que no se iba a vacunar, pensaba que lo que le iban a inyectar era otra cosa, aún siendo ella personal de la salud”, relató Jonathan, sobre Luz Yamile, quien cuidó a otro pariente contagiado, que se recuperó en su casa. Aparentemente, la mujer no tomó ninguna medida durante esos días ni ninguna precaución.

“Él me decía que mi madre lo atendía sin nada y ella no se contagió en ese entonces. Creo que se tenía mucha confianza, creo que se pasó de la raya con esto”, sostuvo el hijo de Luz Yamile.

Lamentablemente, la pareja no le comunicó al resto de su familia que estaba enferma. En ningún momento alguno de los dos levantó la mano para pedir ayuda ante el agravamiento de los síntomas de la covid-19, que estaba haciendo estragos en sus organismos.

López se dio cuenta cuando habló con su mamá por teléfono y notó que estaba congestionada. Así, se dio cuenta de que el esposo de ella también estaba enfermo. A pesar de eso, sólo estaban permitiendo que una de las hermanas de Jonathan los atendiera. Sin embargo, pudo solicitar pruebas de covid-19 para ambos desde Estados Unidos, en donde estaba de viaje, y el diagnóstico, aunque no lo sorprendió, lo preocupó: los dos dieron positivo en la prueba PCR.

A finales de mayo fue necesario hospitalizar a William, quien recibió oxígeno de alto flujo en casa. Jonathan se dio cuenta de que la situación estaba cada vez peor, según sus conocimientos médicos y la información que recibía sobre la condición del hombre. A pesar de la gravedad de su estado de salud, Cardozo fue muy resistente a permitir el traslado a una institución de salud.

Después de la muerte de él, el 1 de junio, entubado en una unidad de cuidados intensivos de Bogotá, la entubaron a ella con el mismo ventilador y en la misma cama.

Lo último que le dijo su madre en persona fue que lo amaba mucho y que se cuidara. Sucedió el 28 de diciembre, por su cumpleaños. Nunca olvidará esas últimas palabras, antes de que él viajara a Estados Unidos y desde allá, supiera de la situación.

Una vez en Colombia, pudo ver a Luz Yamile entubada y sedada, mientras lentamente su organismo se apagaba por la enfermedad, en una uci de la capital del país.

El 16 de junio, el destino para ella fue el mismo. La covid-19 se la llevó, a pesar de los esfuerzos del personal de la salud.

“Esto que está pasando a nivel mundial es serio, nosotros no podemos tomarlo en broma, no podemos tentar la enfermedad. Pienso que el autocuidado es lo mejor que podemos hacer, nadie te va a cuidar, eres tú quien va a gestionar el riesgo de enfermar”, dijo el profesional de la salud, a pocos días de haber perdido a dos seres queridos.