Las fuertes lluvias que se vienen presentando en el departamento de Cundinamarca han provocado afectaciones a 1.137 personas, así como el daño permanente a 268 viviendas y 71 vías, según el más reciente informe del mes de agosto que entregó la Unidad Administrativa Especial para la Gestión del Riesgo.
El municipio de Ubalá, en este departamento, resulta siendo uno de los más afectados por esta temporada invernal, pues aún no se recupera del desplome de su plaza de mercado en el pasado mes de julio de 2021 y las cifras de personas y familias afectadas continúan en ascenso.
De acuerdo a la información registrada por la alcaldía municipal, las precipitaciones de las últimas semanas generaron graves emergencias, dejando a cerca de 130 familias incomunicadas y bloqueando las vías de acceso de cerca de 550 campesinos de la región, afectando el transporte de sus productos y ocasionando pérdidas en sus cultivos.
Tan grave es la situación que los puntos críticos generados por el desbordamiento de ríos y quebradas son innumerables. Las zonas rurales son las más afectadas, especialmente en las veredas Gazajujo, Santa Teresa y San Luis Bajo, en donde se presentó una avalancha de más de 1000 metros cúbicos, bloqueando la vía que conduce hacia Gibraltar y la Romasa. La amenaza de remoción de masa ha sido continua y en algunas casas y fincas tanto de la zona A como de la zona B los agrietamientos alertan del riesgo de derrumbe.
“Todo esto es muy preocupante para nuestra población sobre todo en la parte rural. Hemos tenido afectaciones severas en donde especialmente los campesinos se han visto amenazados, puesto que la remoción en masa se ha ido encima de sus fincas, sus casas, animales y todo por lo que han trabajado durante años”, afirmó Crispín Beltrán, alcalde de Ubalá.
Las estructuras de dos puentes vehiculares departamentales colapsaron por completo. Una de ellas pertenece al viaducto que conecta con el municipio de Chivor, en el departamento de Boyacá y otra que conecta al casco urbano y el centro poblado de Laguna Azul, en el sector de Las Delicias en la vereda San Luis.
Pese al esfuerzo que se ha hecho por parte de la administración municipal, liderado por el alcalde Crispín Beltrán, los recursos han sido insuficientes para cubrir las afectaciones en la amplia extensión del territorio al ser este un municipio de 6° categoría.
Es por ello que nuevamente se hace un llamado de auxilio a la Gobernación de Cundinamarca, las Unidades para la Gestión del Riesgo de Desastres Nacional y Departamental y a las correspondientes entidades nacionales y departamentales, incluyendo las público-privadas que trabajan en la región como Corpoguavio, Enel, Emgesa, Acerías Paz Del Río, Grupo Energía de Bogotá, Ecopetrol, entre otras.
“Lo que estamos pidiendo a estas entidades y empresas es que se solidaricen con nuestros habitantes y que se tomen medidas que solucionen esta problemática de raíz”, dijo el alcalde.
“Lanzamos un SOS para que nos brinden apoyo para atender está situación con estudios técnicos, convenios interadministrativos, convenios solidarios y maquinaria con el ánimo de reparar y hacer obras de mitigación que disminuyan todos los riesgos que tenemos en nuestro municipio provocados por la fuerte ola invernal”, agregó el mandatario.
Mientras la Alcaldía hace todo lo que está a su alcance para tratar de mitigar las diferentes emergencias, el temor por la inminente llegada del fenómeno de la niña recientemente anunciada por el Ideam hace que el temor de sus habitantes siga creciendo.