Más que lo que se ve en el video, son los gritos de las mujeres y los hombres que corren de un lado para el otro, lo que genera la confusión. Por un instante se puede ver cómo entre varios cargan a una persona ensangrentada. Luego, lo que se aprecia es la impotencia reflejada en un hombre tirado sobre el barro, herido, sin que nadie se atreva a levantarlo. Son escenas de lo que ocurrió ayer en Currulao, un corregimiento del municipio de Turbo, en Antioquia, que es hoy el epicentro de protestas por parte de plataneros que reclaman mejores pagos por sus cajas de banano. Unas protestas que ya se salieron de madre. El mismo coronel Raúl Antonio Riaño Camargo, comandante de la Policía de Urabá, así lo reconoce. Según el oficial sus hombres se quedaron cortos ante una masa que podía estar compuesta por 1.000 personas. “Es una situación muy compleja. Lo que vimos fue un acto demencial de cientos de personas. Y nuestros policías fueron avasallados”, dice. Riaño dice que algunos de sus agentes hicieron tiros al aire. “Pero también hemos recogido testimonios que apuntan a que desde el lado de los manifestantes también estaban disparando”. Y la confrontación terminó mal. Un joven de 23 años de edad falleció. En medio de una aglomeración sobre la que humeaba gas lacrimógeno, el coronel aún no se atreve a decir de dónde vino la bala que lo mató. Sin embargo, testimonios recogidos en la zona dicen otra cosa: “El policía me quemó siete tiros. Y al muchacho le quemó dos. Eso fue en la cancha de currulao. No me sé el nombre del policía, pero yo lo conozco. Hay muchos heridos”, dice un manifestante. “Estamos en un paro, porque Unibán y Banacol nos deben el pago de las cajas. O sea, no nos pagan las cajas como es. No tengo la hora la hora exacta, pero dos policías se cayeron de la moto y reaccionaron con fuego. Yo estoy afectado, pero únicamente me cogió el suéter. Desde esa esquina dispararon”, dice otro. César Augusto Estrada Franco, médico del centro de salud de Currulao dijo anoche que por proyectil de arma de fuego atendió a dos heridos. “Otro llegó con una herida contundente en el labio, otro por un objeto desconocido que le cayó en la rodilla. Y los demás fueron atendidos por los efectos del gas lacrimógeno”. A la mañana del miércoles el numero de heridos llegaba a 18. El gobernador Sergio Fajardo, quien ya está en la zona, dijo desde su cuenta de Twitter: “Tenemos una tragedia en Urabá. Una persona muerta y varios heridos en Currulao. Tenemos que esclarecer los hechos y evitar más violencia. Estamos buscando una solución al conflicto y podemos encontrarla”. Pero como si lo anterior no fuera ya bastante dramático, el martes en la noche el Esmad de la Policía tuvo que ir a prestarle seguridad al alcalde de Mutatá, Jaime Darío López, luego de que un grupo de unas 300 personas encendiera su casa a piedras. El hecho ocurrió a las 9:30 de la noche del martes. Según el coronel Riaño, el levantamiento del cadáver del joven de 23 años fue asumido por el CTI de la Fiscalía, con la idea de darle transparencia al proceso de investigación. Desde lo disciplinario, una comisión de la Inspección General de la Policía también está en el área recogiendo testimonios y pruebas, para indagar en una posible responsabilidad por parte de la misma fuerza pública. Por lo pronto, el bloqueo a la vía de Currulao sigue, en medio de una protesta que hoy dará comienzo a una mesa de negociación. Y en medio de unos disturbios desde los que el martes se alcanzó a escuchar, tal como quedó registrado en un audio del periodista Edwar Álvarez, de la emisora Antena Stereo de Turbo: “¡Nos están disparando con fuego! ¡A un paro platanero no es para que nos contesten con pistola!”.
Cortesía Edward Álvarez