El Instituto Nacional de Medicina Legal confirmó el martes que cinco colombianos hallados el fin de semana en un poblado de Venezuela, cercano a la frontera con Colombia, murieron tras recibir tiros en la cabeza. "La causa de la muerte corresponde, en todos los cinco casos, a paso de proyectil de arma de fuego...a nivel de cráneo", dijo en diálogo telefónico Carlos Valdés, director del Instituto. En "cuatro de ellos fue un solo impacto y en uno de ellos tres impactos a nivel de cráneo", agregó. Los cuerpos fueron encontrados en la localidad venezolana de Ureña, estado de Táchira y fronterizo con Norte de Santander, según reportó el domingo el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón. Valdés dijo que hasta ahora no se ha podido determinar la distancia de los disparos ni el arma porque "los cuerpos se encontraban en un gran estado de descomposición y estaban muy contaminados" debido a que fueron encontrados cerca de un río y "entonces estaban muy lavados sus cuerpos y contaminados con arena, con tierra". El Ministerio de Defensa y la policía colombiana han dicho que aparentemente seis hombres cruzaron la frontera entre el viernes y el sábado pasados y uno de ellos logró sobrevivir al ataque, regresar a Colombia y dar parte a las familias de lo sucedido. Pinzón informó que fueron los propios parientes de las víctimas los que fueron a Ureña a buscar a sus seres queridos y traer los cadáveres a Cúcuta. La frontera colombo-venezolana se extiende unos 2.200 kilómetros y en esa zona de Norte de Santander-Táchira se registra un intenso cruces de personas, muchas de ellas con doble nacionalidad. El sobreviviente, identificado como Alexis Daniel Baldriche, narró a las autoridades que el grupo cruzó desde Cúcuta el viernes para bañarse y pescar en el río Táchira, del lado venezolano, cuando desconocidos con pistolas los hicieron salir del agua y los amarraron con los cordones de los zapatos y los cinturones, según documentos de la Fiscalía. Baldriche dijo que los obligaron a cavar fosas y el sábado mataron a tres de ellos. En ese momento, el hombre aprovechó para huir y a la distancia oyó los disparos "y asume que es cuando matan" a los otros dos, de acuerdo con los documentos judiciales. Según el testimonio, algunos de los pistoleros se identificaron como miembros de la banda los "Urabeños Fronterizos", integrada por exparamilitares, narcos y criminales comunes.