La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia dio “luz verde” a la extradición de alias Otoniel, exjefe del Clan del Golfo. En este caso puntual, la decisión tuvo como ponente al magistrado Diego Corredor.
Cabe recordar que hace pocos días, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema negó la recusación de la defensa de alias Otoniel. El alto tribunal ratificó al magistrado Diego Eugenio Corredor para que continúe con el trámite del proceso de extradición, que ya entra para alegatos de conclusión (fase final ante la Corte para emitir concepto) sobre este tema.
Otoniel ha venido recibiendo, especialmente con esta decisión, verdaderas derrotas en materia judicial. Hace una semana se llevó a cabo la entrega de parte de la Policía Nacional, a través de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) a oficiales norteamericanos de alias Nicolás, segundo cabecilla del Clan del Golfo, después de alias Otoniel, así como de un primo suyo. Lo anterior con base en órdenes de captura con fines de extradición ejecutadas por la misma Policía Nacional.
De otro lado, Luis Ángel Úsuga Murillo, primo de Otoniel, es señalado como inversionista y coordinador de embarques de droga del Clan del Golfo, encargado de manejar las finanzas para la compra de clorhidrato de cocaína y lavado de dinero producto del narcotráfico.
Cabe recordar que el pasado 24 de noviembre fue radicada formalmente la solicitud de extradición de Estados Unidos en contra de Dairo Antonio Úsuga David, conocido con el alias de Otoniel, el otrora jefe del Clan del Golfo que sembró el terror en varias regiones del país en su lucha por el control del territorio y las rutas del narcotráfico.
“La Corte ha reiterado que para establecer si la conducta que se le imputa al requerido en el país solicitante es considerada como delito en Colombia, debe hacerse una comparación entre las normas que allí sustentan la sindicación, con las de orden interno para establecer si éstas también recogen los comportamientos contenidos en cada uno de los cargos”, señala el concepto del alto tribunal.
Y agrega: “Tal confrontación se hace con la normatividad que está en vigor al momento de darse inicio al trámite de extradición, a instancias del país requirente, puesto que es un mecanismo de cooperación internacional. Lo que a este propósito determina el concepto es que, sin importar la denominación jurídica, el acto desarrollado por el ciudadano, cuya extradición se demanda, sea igualmente considerado como delictuoso en el territorio patrio”.
Otoniel era requerido por una Corte del Distrito Sur de la Florida (Estados Unidos) por delitos de tráfico de drogas, homicidio y uso de armas de fuego. Ya en el indictment (documento equivalente el escrito de acusación) que fue enviado al Ministerio de Justicia se indica que bajo sus órdenes la banda criminal del Clan del Golfo adelantó una guerra sin cuartel con el fin de apoderarse de las rutas para el envío de cocaína a Centroamérica y Norteamérica.
Uno de los testimonios que salpicó a Otoniel señala que una investigación realizada por las autoridades del orden público reveló que a partir de al menos tan temprano como 2002, y continuando hasta el 23 de octubre de 2021, o alrededor de esa fecha, Otoniel “se concertó con múltiples socios en Colombia, Venezuela, Ecuador, Guatemala, Panamá, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, México y en otras partes, para elaborar y transportar miles de kilogramos de cocaína desde Colombia a través de Centroamérica y México con el objetivo final de su importación a los Estados Unidos”
Para lograr su objetivo firmó alianzas con organizaciones dedicadas al narcotráfico en Venezuela, Ecuador, Panamá, Guatemala, Panamá, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, México y Estados Unidos. Igualmente, pactó nexos para “sacar del camino” a los competidores y así tener el mayor control para el tráfico de drogas en el Urabá antioqueño.