Un verdadero momento de pánico se vivió en la mañana de este martes 23 de agosto en inmediaciones al Concejo de Bogotá, cuando se escucharon algunos disparos. Según conoció SEMANA, los hechos se presentaron sobre la calle 34.
“No tuvo nada que ver con el Concejo de Bogotá, pero sí fue muy cerca a las instalaciones de la Corporación”, le dijo una fuente del cabildo distrital a SEMANA.
Las autoridades hicieron presencia en el lugar. De acuerdo con información preliminar de la Policía Metropolitana de Bogotá, en un principio se pensó que se trataría de un sicariato, pero después hubo versiones sobre un posible hecho de intolerancia tras un accidente de tránsito. Todo fue materia de investigación.
Lo cierto es que minutos después de lo ocurrido, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, aseguró que no se trató de ninguna balacera, como en un principio se pensó, pero sí confirmó que hubo un disparo en el lugar de los hechos.
“Policía de Bogotá me confirma que no hubo ninguna balacera cerca al Concejo como irresponsablemente se difunde. Un vehículo estrelló a otro de una persona protegida con esquema de seguridad y huyó. Como no es normal que alguien huya por una simple estrellada, lo persiguieron”, dijo la mandataria.
A su vez, agregó: “Uno de los miembros del esquema de protección hizo un disparo al aire para forzar al que huyó a detenerse”.
Por lo sucedido, la alcaldesa López ordenó investigar de inmediato a las personas que estarían detrás de los hechos. ”He ordenado que se investigue el hecho, al que huyó y al que disparó. Nunca estuvo en riesgo la vida del protegido. Ni siquiera estaba en el vehículo estrellado”, precisó.
A renglón seguido, López dejó claro que “no se dispara, así sea al aire, para detener un vehículo por una estrellada. No tiene ninguna proporción con los protocolos de protección y, en cambio, si genera una zozobra enorme en los vecinos de la zona, a quienes les ofrecemos esta explicación y excusas por la intranquilidad”.
Tras lo sucedido, las reacciones de los concejales de la ciudad no se hicieron esperar. La primera en cuestionar lo sucedido fue la concejal del Centro Democrático, Diana Diago.
“Iniciamos el día con balacera al lado del Concejo de Bogotá, ¡muy segura esta ciudad!”, fueron las palabras de la cabildante.
Al respecto también se pronunció el concejal Jorge Colmenares, quien cuestionó los últimos hechos de inseguridad presentados en la ciudad.
“Bogotá tiene miedo y no es para menos cuando hace un par de días masacran 4 personas y hace pocos minutos se presenta un tiroteo cerca al Concejo de Bogotá. Los dos son actos de violencia que dan como muestra la intolerancia, el caos y el peligro al que estamos expuestos en Bogotá”, indicó el cabildante.
Por su parte, el vicepresidente del Concejo, Humberto ‘Papo’ Amín, afirmó que Bogotá “está fuera de control” y añadió: “Definitivamente, la seguridad no le importa a la alcaldesa Claudia López y mucho menos al secretario de seguridad”.
Lo acontecido cerca del Concejo de Bogotá ocurre tan solo unos días después de que la capital del país despertara con una masacre en la Autopista Norte, a la salida de la ciudad. Autoridades reportaron el hallazgo de cuatro personas masacradas dentro de una camioneta a la altura de calle 222, en el norte de Bogotá.
Fueron los residentes de la zona los que alertaron a las autoridades, sobre las 10:00 p. m., de un vehículo sospechoso parqueado en el lugar, pensando que se trataba de un carro bomba. Al hacer la verificación, se encontraron los cuerpos.
Posteriormente, la alcaldesa López reveló que el jueves 18 de agosto, a las 10:48 a. m., la camioneta salió desde Bogotá por el peaje de Andes, al parecer, con las cuatro personas a bordo. A las 3:00 p. m. de ese mismo día volvió a ingresar a la capital del país. Posteriormente, sobre las 3:30 p. m., el automotor fue dejado abandonado en la Autopista Norte.
Ese rastreo del automotor, que fue comprado por el expolicía Juan Carlos Useche en marzo de 2022, les permite concluir a las autoridades de forma preliminar que las cuatro víctimas mortales fueron asesinadas fuera de Bogotá.
La alcaldesa fue enfática en afirmar que el Tren de Aragua, el grupo narcotraficante venezolano, no está detrás de los homicidios de estas personas. Los crímenes tampoco tienen que ver con los hechos de ajustes de cuentas contra personas que han aparecido muertas en bolsas en la capital.
La mandataria confirmó que quien asesinó a estas personas iba exclusivamente detrás de Juan Carlos Useche, un expolicía con un pasado turbio. “Un ciudadano colombiano retirado de la Policía desde 2006, siendo patrullero en Cali. Desde entonces, tuvo varios antecedentes por concierto para delinquir por vinculación con actividades de narcotráfico, estuvo preso en dos ocasiones, tenía una vida en el crimen de muchos años. La Fiscalía y la Policía han establecido que él seguía en actividades criminales de narcotráfico y lavado de activos”, destacó.
Por esto, presuntamente, “en un ajuste de cuentas macabro y criminal termina asesinado”, dijo la mandataria.
Su novia, Leidy Alejandra Betancourt, quien no tenía antecedentes judiciales y acompañaba al exuniformado en el momento de los hechos, forma parte de los muertos. “Fallecieron víctimas de tiros de gracia”, reportó la alcaldesa. Las otras víctimas eran sus escoltas.
Tres de los muertos son colombianos y uno venezolano. Quienes eran oriundos de este país son Juan Carlos Useche, Leonardo Sanabria y Leidy Alejandro Betancourt, mientras que el extranjero es Eiler José Perozo Zabala.
En el caso de Perozo, tenía antecedentes penales por posesión ilegal de armas. “Había sido capturado por la Policía y judicializado por la Fiscalía; estaba, supuestamente, con pena domiciliaria. Aquí hay una falla evidente del Inpec que tenía un preso bajo su custodia y no la hizo efectiva”, destacó.