Todo el escándalo de corrupción rampante en el Cesar, cuya protagonista es la prófuga de la justicia y baronesa política en la región, Cielo Gnecco, quien se dio el lujo de lograr que le fuera revocada su orden de captura de forma irregular, ha salpicado muy duro a la Corte Suprema de Justicia. La lupa está puesta sobre el magistrado Francisco Farfán, porque desde su despacho, en donde se lleva la investigación contra José Alfredo Gnecco, habrían avisado que les estaban interceptando las comunicaciones.

El asunto es muy grave para Farfán, pues se conoció que, en el marco de la investigación se “registró la existencia de una llamada telefónica en la que al parecer interactúan Cielo María Gnecco Cerchar y su sobrino José Alfredo Gnecco Zuleta en la que Gnecco supuestamente se refiere a Farfán advirtiéndole que tuviera cuidado con la línea telefónica porque le estaban “copiando todo”, es decir, que estaba interceptada.

“José, es que (...) Francisco Farfán con una play (sp) mandó un mensaje que te dijera, de que el teléfono al tuyo te están copiando todo”, le dijo Cielo Gnecco a su sobrino. “Que tuviera que pa ver si lo cambias o que tuvieras precaución ahí con el tema” (sic), señala uno de los informes de Policía Judicial de 2019, señala la interceptación que tiene contra las cuerdas al magistrado.

Conscientes de este hecho tan grave que hace retumbar el fantasma del Cartel de la Toga, el presidente de la Corte Suprema, Fernando Castillo Cadena, y el de la Sala Penal, Hugo Quintero, estuvieron esta mañana en la Comisión de Investigación y Acusaciones reunidos con su presidente, Wadith Manzur, pidiéndole celeridad en la investigación contra el magistrado Farfán, a quien están apuntando todos los reflectores.

En la petición se anexó un oficio que contiene la declaración de un exmagistrado auxiliar que tuvo conocimiento del expediente contra el congresista del partido de La U por compra de votos en el año 2018. “Buscamos que este caso sea investigado con mucha más celeridad que cualquier otro, al involucrar hechos en la Corte Suprema de Justicia”, precisó el presidente del alto tribunal.

Esta solicitud también la había hecho el mismo magistrado Farfán, al momento de estallar el escándalo, hace dos semanas. En un documento de cuatro páginas, el magistrado de la Sala de Instrucción le pidió a la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes que lo investigue por la presunta filtración de información en la investigación que se adelantaba contra el senador José Alfredo Gnecco Zuleta.

Igualmente, le pidió a la Fiscalía General que se investigue a los funcionarios de su despacho para determinar si participaron en la filtración de información frente al mencionado expediente o entregaron información. De ser así, se pide que se investigue si incurrieron en actividades delictivas.

“Se ordena compulsar las mismas copias a la Fiscalía General de la Nación, para que allí se investigue la conducta de los funcionarios del despacho que tuvieron a su cargo el manejo del expediente y el trámite de las diligencias que fueron objeto en la filtración, sobre todo si se tiene en cuenta que en el borrador del proyecto del auto inhibitorio que entregaron al despacho para su estudio y revisión, no hicieron en ningún momento referencia a la mención del magistrado titular”, precisa uno de los apartes.