Confirmado. Ya está en Colombia quien fuera el máximo jefe de los paramilitares en el país, Salvatore Mancuso, que regresa tras estar más de 15 años detenido en Estados Unidos. Su vuelo arribó al Aeropuerto El Dorado de Bogotá, sobre las 2:10 p. m., y de inmediato inició los trámites migratorios para definir su situación judicial y el lugar donde va a ser recluido.
Mancuso, quien fue extraditado en mayo de 2008 con otros 13 jefes paramilitares, por continuar delinquiendo desde las cárceles pese a haber firmado en acuerdo de paz, llegó en un avión del Gobierno de los Estados Unidos.
Cumpliendo los trámites ordinarios, Mancuso Gómez será recibido en primera instancia por agentes de migración en su calidad de deportado. Ahí, junto a la Policía Nacional, realizarán la respectiva reseña y la verificación de requerimientos judiciales. Luego, será trasladado a los calabozos de la Dijín, en el occidente de Bogotá, para revisar su traslado a un centro carcelario que cumpla con las medidas de seguridad requeridas.
Dijo que renunció a los “intereses” de protección internacional y explicó en tres razones por qué lo hizo. En primer lugar, aseguró que los “vacíos y riesgos” para sus garantías procesales de estar sometido a dos jurisdicciones –JEP y Justicia y Paz–, son mecanismos “legítimos” para un punto de cierre en el conflicto armado, por lo que se pone a disposición de la justicia.
“Sin embargo, definitivamente, deben tener una vocación de tribunal de cierre, de lo contrario seguiremos alimentando el círculo vicioso de nuestras violencias. Me pongo a disposición de estas justicias con la plena confianza en que son garantistas de los derechos fundamentales, de mi derecho fundamental a la vida y del Estado social de derecho. Soy consciente de que mi retorno es un desafío para los mecanismos transicionales de juzgamiento y cooperación interjurisdiccional”, señaló Mancuso.
En adelante, Salvatore Mancuso incluye al presidente Gustavo Petro en su comunicación al país, en la que insiste que honrará su palabra de acompañar el proceso de paz total del Gobierno y que está listo para instalar la mesa técnica y así cerrar, de manera definitiva, el proceso de paz de Ralito.
“En este sentido, señor presidente, tanto los excomandantes de las AUC, como yo personalmente, estamos listos para instalar formalmente, tal y como usted lo anunció en su momento, la mesa técnica para el cierre definitivo de las negociaciones de Ralito. Este es un deber moral suyo y nuestro, con la sociedad colombiana y con las comunidades de los territorios en los que libramos esta guerra”, dijo en su carta el exjefe paramilitar.
En contra del excomandante paramilitar, según pudo establecer SEMANA, existen 13 requerimientos por parte de salas de justicia y paz de todo el país para que responda por un rosario de delitos, que van desde el concierto para delinquir, terrorismo, secuestro, homicidio agravado, entre otros.
Pese a que el pasado 17 de noviembre, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) aceptó el sometimiento de Salvatore Mancuso a esa jurisdicción como “sujeto incorporado a la fuerza pública” entre los años de 1998 y 2004, los expedientes contra el excomandante de las AUC siguen en Justicia y Paz, tribunal creado tras la desmovilización de las estructuras paramilitares.
Situación que llevó a Mancuso, por medio de su defensa, a presentar un recurso de apelación argumentando que se encuentra en un vilo jurídico. En esa oportunidad, la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas determinó que el exjefe paramilitar tuvo un papel de “bisagra” entre las estructuras militares, empresariales, políticos y agentes del Estado con los grupos paramilitares.
El mensaje a su llegada
Mancuso esperó solo a aterrizar en Colombia, en calidad de deportado de los Estados Unidos, para compartir una carta tras su llegada al país. En dos páginas dice que se llena de “sentimiento y emociones” en su retorno a Colombia. Advierte que “a pesar” de las medidas que cursan en su contra, está dispuesto a comparecer ante la justicia y cumplir con los compromisos de contar la verdad.
Dijo que renunció a los “intereses” de protección internacional y explicó en tres razones por qué lo hizo. En primer lugar, aseguró que los “vacíos y riesgos” para sus garantías procesales de estar sometido a dos jurisdicciones –JEP y Justicia y Paz–, son mecanismos “legítimos” para un punto de cierre en el conflicto armado, por lo que se pone a disposición de la justicia.
“Sin embargo, definitivamente, deben tener una vocación de tribunal de cierre, de lo contrario seguiremos alimentando el círculo vicioso de nuestras violencias. Me pongo a disposición de estas justicias con la plena confianza en que son garantistas de los derechos fundamentales, de mi derecho fundamental a la vida y del Estado social de derecho. Soy consciente de que mi retorno es un desafío para los mecanismos transicionales de juzgamiento y cooperación interjurisdiccional”, señaló Mancuso.
En adelante, Salvatore Mancuso incluye al presidente Gustavo Petro en su comunicación al país, en la que insiste que honrará su palabra de acompañar el proceso de paz total del Gobierno y que está listo para instalar la mesa técnica y así cerrar, de manera definitiva, el proceso de paz de Ralito.
“En este sentido, señor presidente, tanto los excomandantes de las AUC, como yo personalmente, estamos listos para instalar formalmente, tal y como usted lo anunció en su momento, la mesa técnica para el cierre definitivo de las negociaciones de Ralito. Este es un deber moral suyo y nuestro, con la sociedad colombiana y con las comunidades de los territorios en los que libramos esta guerra”, dijo en su carta el exjefe paramilitar.
Invita al presidente Petro a no “desistir” de su intención de paz y aseguró que es un “humilde servidor de esa causa”, refiriéndose al proceso de paz total, en el que Mancuso fue nombrado gestor de paz. Señala que la coyuntura es complicada, frente a los desafíos de la misma paz, pero que está dispuesto a “enfrentar” dichos.
Así será su reclusión
Una de las preocupaciones con la llegada de Mancuso a Colombia es su seguridad y si la guardia penitenciaria es capaz de garantizar su integridad. El director del Inpec, coronel Daniel Fernando Gutiérrez, explicó las condiciones bajo las cuales estará recluido.
“Cuando llegue a La Picota va a estar ubicado en el pabellón de extraditables, va a estar aislado en una celda de 3x4 aproximadamente, ocupada solo por él. Está ubicada en el edificio o en la estructura donde está el pabellón de extraditables, custodiado por aproximadamente 64 funcionarios penitenciarios del Inpec. Es una guardia especial que hemos venido trabajando con la Embajada americana, que ha sido capacitada, entrenada, se le ha hecho polígrafo; son los encargados de custodiar y vigilar a todos los extraditables”, explicó el coronel Gutiérrez.
Las condiciones de seguridad de Mancuso van a ser extremas, no solo será custodiado de forma permanente en su celda, sino que habrá un dispositivo “perimetral” para garantizar su seguridad y evitar cualquier intento de fuga, en el remoto caso de que lo pretendiera.
“Tenemos cinco filtros de seguridad para el acceso, eso va a permitir que haya controles más especiales y estrictos. También hay cinco filtros para el acceso, en los cuales únicamente va a tener ingreso el oficial del servicio y no va a tener acceso a otros guardias. Con respecto a la seguridad perimetral, hemos venido articulando en el marco de emergencia de cárceles penitenciarias el apoyo de la Policía Nacional. Eso ya lo vamos a tratar con más detalles, pero en este momento hay registros esporádicos por parte de la Policía en la parte perimetral”, explicó el director del Inpec, coronel Daniel Fernando Gutiérrez.