Las denuncias de Marelbys Meza, exniñera del hijo de Laura Sarabia, motivaron una fuerte polémica que hoy tiene en el ojo del huracán a la jefe de Gabinete del gobierno de Gustavo Petro.
A causa de la supuesta pérdida de un maletín con dinero, Sarabia habría abusado de su poder para someter a Meza a un cuestionable proceso. De acuerdo con el relato de la mujer, fue conducida a un sótano de la Casa de Nariño, donde se le practicó la prueba con el polígrafo.
Adicionalmente, Meza asegura haber recibido múltiples amenazas y un trato despectivo. Por su parte, Sarabia manifestó que todo el procedimiento se hizo acorde a la ley.
A propósito de la delicada historia, revelada por SEMANA, la Fiscalía dará continuidad a la investigación, realizando una inspección en la Casa de Nariño, donde revisará el cuarto donde está el polígrafo y las cámaras de seguridad de la zona. De esta manera, el ente acusador busca determinar si el caso da pie para un proceso penal.
El escándalo que envuelve a Laura Sarabia y la exniñera de su hijo, Marelbys Meza, ha generado todo tipo de opiniones. Desde el entorno gubernamental, Sarabia ha recibido apoyo, incluso el ministro de la Defensa, Iván Velásquez, defendió y justificó el uso del polígrafo.
Según dijo el funcionario, el polígrafo es utilizado para obtener información que puede ser aportada a una investigación, en este caso, de tipo penal. Reseñando que por muchos años se ha utilizado.
“El polígrafo no es una prueba, eso ha sido definido desde hace bastantes años por la Corte Suprema de Justicia. El polígrafo puede suministrar una información probable, puede generar un indicio para algo que se adelante posteriormente de investigación y, sobre todo, tiene que ver con la confiabilidad que reportan las personas”, expuso el jefe de la cartera de Defensa.
“El hecho de que sea una particular, la exempleada de la señora Sarabia, y esté afirmando ahora que se sintió presionada para someterse a esa prueba, la información de la que yo dispongo es que fue una aceptación voluntaria, inclusive firmó el consentimiento. Esto, como lo afirmaba, teniendo que ver de manera muy cercana a la seguridad del presidente, es lo que justifica la utilización de ese mecanismo con el consentimiento como efectivamente se hizo”, aseveró Velásquez.
Esto dice el consentimiento que firmó exniñera de Laura Sarabia
A Marelbys Meza la amenazaron todo el tiempo con enviarla a la cárcel. A pesar de que los sótanos frente a la Casa de Nariño no hacen parte del sistema judicial ni había ninguna autoridad de esa rama, a la humilde niñera le dijeron que podían retenerla al punto de que no pasaría esa noche en su casa.
También que iban a allanar su vivienda y la de sus hermanos. Sin embargo, la defensa de Laura Sarabia siempre ha sido que ella se sometió a ese procedimiento de interrogatorio y polígrafo de manera voluntaria y que, de hecho, firmó un consentimiento para esto.
SEMANA conoció ese documento que se abstiene de publicar en su totalidad. Es una hoja tamaño carta con el logo de la Policía Nacional. Se titula “Protección anticipativa. Consentimiento informado poligráfico”. Está fechado a mano el 30 de enero de 2023. Y está firmado por Marelbys Meza, quien también dejó allí consignada su huella.
La idea de un “consentimiento voluntario” ha sido cuestionada. La misma niñera contó que Laura Sarabia le pidió que fuera a hacerse la prueba. En su día descanso, a Marelbys le pidieron que fuera al apartamento, sin darle ninguna información adicional.
“Estaba la Sijín de la Policía. Me tomaron huellas y me hicieron preguntas. Andrés (el esposo de Laura) les pidió que me dejaran hablar con él un momento. Entonces, él me dice: ‘Mary, se perdió una gran suma de dinero, dime si tú la cogiste y yo paro la demanda que se está haciendo y no pasa nada. Ya después no puedo hacer nada por ti’”, asegura sobre su conversación con el esposo de Sarabia.
En todo momento, la Policía, según ella, la trató como culpable. “La Policía sí me decía que yo era una ladrona y que devolviera la plata. Que la jefa me había mandado a decir que, si me había gastado parte de la plata, que no pasaba nada, que devolviera el resto”, le aseguró a SEMANA.
Como la plata no apareció, Sarabia le dijo lo siguiente: “Mary, yo tenía tantos planes con ese dinero, tiene que aparecer, vete para tu casa y te avisan para que te hagan el polígrafo”.
La exniñera cuenta que no vio mucha opción de negarse a asistir. “Yo fui al polígrafo, porque si no hubiera ido, me iban a culpar de que me había robado esa plata. Me fueron a recoger, yo tenía que ir o ir”, agregó.
El conductor de la UNP, asignado para la protección de Sarabia, la llevó en el carro y la entró directamente al lugar. “Me llevaron a la Casa de Nariño, o sea al Palacio, a la parte de poligrafía... La entrada a la Casa de Nariño es a la derecha y me llevaron a la izquierda. Había un sótano que decía poligrafía”, aseguró.
Nunca nadie le dijo que podía irse, ni que no estaba obligada a someterse a esa prueba, dado que ella no era funcionaria del Estado y solo la Fiscalía puede investigar la comisión de delitos, como bien lo aclaró el fiscal Barbosa.
Y ahí le hicieron firmar el documento que conoció SEMANA y que dice así: “Se me ha indicado que el examen es de carácter voluntario y con este documento manifiesto que voluntariamente asisto al examen poligráfico”.
Luego enumera cuatro puntos:
1) El examen es voluntario, en caso de no presentarlo informaré los motivos por escrito.
2) Con el propósito de preservar los derechos humanos, se me indicó que el examen será monitoreado en audio y video en su totalidad.
3) Fui informado sobre los componentes técnicos y características de funcionamiento del polígrafo.
4) Se me indicó que para el desarrollo del examen debo contar con entera disposición física y mental, de lo contrario debo informar situaciones de relevancia que impidan mi concentración en el mismo.
“Me quitaron el teléfono, entré al polígrafo y me devolvieron el teléfono. Después me dijeron que lo apagara y después me lo volvieron a quitar. El polígrafo inició como a las 2:00 p. m. porque Harold me recogió como a la 1:00 p. m.”, relató.
Tras hacerla firmar el documento, Marelbys cuenta lo que vivió: “Me tuvieron en el polígrafo como hasta las cuatro o cinco de la tarde. Después me volvieron a quitar el teléfono. Los policías que estaban ahí con su escarapela me dijeron: ‘Usted es una mentirosa, usted se puede burlar de ese aparato, pero de nosotros no. Esta noche no va a su casa, usted de aquí va presa, le vamos a hacer un allanamiento a todos sus familiares, o sea a sus hermanos y a usted’”.
En el tiempo que estuvo allá nunca le dieron acceso a un abogado, pese a que la estaban señalando de haber cometido un crimen, y además la mantuvieron incomunicada.
El documento, además, señala las razones por las cuales ella se somete a esa prueba. Pese a que se trató de un robo en la casa de Laura Sarabia ―que, en principio, no tendría que ver con su trabajo―, el texto sí señala que Meza autoriza a la presidencia a realizar el procedimiento “en virtud de la seguridad del primer mandatario, la señora vicepresidenta y sus familias”.
Luego insiste en esa causa cuando asegura que “la dinámica del ejercicio se relaciona exclusivamente con la seguridad del presidente de la República”.