Tras varias sesiones de votación, la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia aplazó nuevamente la elección de la nueva fiscal general de la Nación. Esto debido a que ninguna de las ternadas (Ángela María Buitrago, Luz Adriana Camargo y Amelia Pérez) alcanzó los 16 votos que exige el reglamento para ser la nueva jefa del ente investigador para el período 2024-2028.
Tan pronto se conoció que en el Alto Tribunal no hubo humo blanco para la elección de fiscal general de la Nación, su presidente, el magistrado Gerson Chaverra, dio declaraciones a los medios de comunicación, en las que advirtió: “Tengo para informarles a ustedes y al país que sesionamos en condiciones de normalidad, adelantamos la ronda de votación para la elección de la nueva fiscal general de la nación, hicimos dos rondas de votaciones y el resultado final es que ninguna de las candidatas por el momento sacó los votos requeridos para ser declarada como elegida la nueva fiscal general de la nación.
El magistrado Chaverra agregó: “Conforme a nuestro reglamento se requiere una mayoría de 16 votos. La Corte continuará cumpliendo con su función constitucional en el marco de este proceso en nuestra próxima sección ordinaria de Sala Plena”.
La sesión se celebró en medio de fuertes protestas en las inmediaciones del Palacio de Justicia, en el centro de Bogotá. Los manifestantes les pedían a los magistrados de la Corte Suprema la elección inmediata de la nueva fiscal general y fueron convocadas desde el mismo gobierno por el presidente Gustavo Petro.
Y es que, como no había ocurrido en la historia, el Alto Tribunal está siendo presionado desde las redes sociales, también por parte de congresistas de la bancada de gobierno, un sector de la prensa y hasta el Gobierno.
Desde el mismo gobierno se han dado las principales presiones a la Corte, en especial en voz, o mejor, en mensajes de redes sociales del mismo presidente Gustavo Petro, desde la primera reunión para abordar la elección de la nueva fiscal, el 7 de diciembre del año pasado.
Ese día, a primera hora, lanzó un mensaje en su cuenta de X en el que advertía: “He enviado una terna de mujeres probas a la Corte Suprema para la elección de fiscal general de la Nación. Cualquiera que sea la decisión de la Corte, espero que a partir de esa decisión, la Fiscalía nunca más se dedique a perseguir colombianos por razones políticas o económicas, y nunca más se permita que se use para encubrir el crimen”.
Este mensaje no cayó nada bien. La presión fue evidente y no cesó ahí, desde entonces y a punto de cumplir el periodo Francisco Barbosa, ya es confirmado que su reemplazo será la actual vicefiscal Martha Mancera, quien ha sido atacada por el presidente Petro y los mensajes han sido replicados por un sector de la prensa que se ha sumado a la presión.
En la Corte, por su parte, han venido estudiando a las candidatas y aunque saben que están siendo objeto de acoso, no correrán a tomar decisión, y así quedó claro el día de hoy.
La reunión que no terminó bien
En medio de la tensión y presiones a la Corte, el martes se dio una reunión entre los presidentes de la República, Gustavo Petro, y de la Corte, Gerson Chaverra. Al encuentro también asistieron el director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Carlos Ramón González, y el vicepresidente del Alto Tribunal, Octavio Augusto Tejeiro.
El encuentro que se dio en la Casa de Nariño, y que tenía como finalidad superar la tensión y de parte de la Corte ratificar su independencia y autonomía para tomar la trascendental decisión, en realidad, no salió bien.
Mientras, la Corte Suprema anunció el encuentro con un sobrio e institucional mensaje afirmando: “Presidentes de la República y de la Corte Suprema de Justicia, @petrogustavo y Gerson Chaverra, dialogaron sobre la urgencia de promover el respeto entre todas las instituciones y sectores del país, en el propósito de salvaguardar la solidez de la democracia colombiana”.
El presidente Petro, a su estilo, mandó un mensaje confuso que inició con una especie de respaldo a la Corte Suprema, pero manteniendo su llamado al “progresismo” a salir a las calles, como efectivamente ocurrió hoy.
“Un gobierno progresista no atacará la Justicia, pero sí a la impunidad. El progresismo es básicamente justicia, ciencia y poder popular. Por eso la situación actual no debe dirigirse como una presión a las cortes”. El mensaje se vio como un doble discurso del jefe de Estado.
El lío vino con las líneas siguientes: “La Presidencia ha solicitado organizar las coordinadoras de fuerzas populares en cada municipio y departamento. Todo intento de golpe o violencia será respondido por la movilización popular general. El movimiento popular debe ganar más capacidad de decisión y poder en este gobierno”.
El malestar en la Corte Suprema de Justicia es claro y así se lo confirmaron a SEMANA. En medio de este ambiente enrarecido y presiones sin precedentes se dará hoy una nueva ronda de votaciones en la que todo puede pasar. Sin embargo, lo que se ha sabido es que el Alto Tribunal no se dejará presionar.