El ministro de Defensa, Iván Velásquez, lanzó una sorprendente declaración sobre la grave situación de orden público que se presentó ayer en la Corte Suprema de Justicia, en donde los magistrados estuvieron sitiados durante varias horas, luego de que manifestantes impidieron su libre movilidad, mientras los presionaban para que eligieran a la brava el reemplazo del fiscal Francisco Barbosa.
Pese a las pruebas contundentes que pusieron en riesgo a los magistrados de la Corte, y que generó el repudió de diferentes sectores políticos, el ministro de la Defensa, Iván Velásquez, dijo que la seguridad de los funcionarios judiciales de la Corte no estuvo en peligro.
“Estamos en general con una institucionalidad que funciona, que en los hechos del día de ayer hay que distinguir que lo ocurrido fue una expresión ciudadana, que se pronuncia frente al funcionamiento institucional, que el Gobierno naturalmente tiene que respetar toda expresión pública siempre que se haga en la legalidad y en paz, sin acudir a la violencia, por lo que podemos ver un pequeño grupo, solo cuatro o cinco personas, que pretendieron entrar violentamente [a la Corte Suprema]”.
Agregó: “El general Salamanca recibió la orden del presidente Gustavo Petro de judicializar a las personas que participaron, debe aclararse, no hubo nunca un peligro para los magistrados ni para quienes se encontraban en el Palacio de Justicia”.
“De manera que esto, de que estuvieran secuestrados, de que estuvieran en riesgo sus vidas, en realidad eso no ocurrió (…); por petición expresa del presidente de la Corte Suprema de Justicia, quien solicitó que no hubiera intervención de la Policía de manera inmediata, entonces se aceptó esa petición del presidente de la Corte Suprema hasta eso de las cuatro de la tarde, cuando fue el propio presidente de la República quien fue el que instruyó al general Salamanca para que tomara las acciones, porque ya tenía que disolverse”, dijo Velásquez.
Como quedó en evidencia ayer jueves, 8 de febrero, los manifestantes que llegaron al centro de Bogotá para presionar a la Corte Suprema de Justicia para que elija fiscal general de la nación, luego de ser convocados por el presidente Gustavo Petro, arremetieron contra la alta corte y contra la prensa que estaba cubriendo la jornada de protesta.
Los manifestantes se congregaron en varios puntos, como lo fue la plaza de Bolívar y el búnker de la Fiscalía en Bogotá. A las movilizaciones salieron sindicatos y Fecode, el gremio que representa los derechos de los profesores del país.
Contrario a lo que mencionó el ministro de la Defensa, fuentes de la propia Policía confirmaron que los magistrados tuvieron que salir luego de que el general Salamanca, director de la Policía, llegara al lugar para ponerse al frente de la compleja situación.
El oficial, quien se encontraba en una cumbre de alcalde, se retiró del recinto, en el Salón Rojo del Hotel Tequendama, para asumir el control de la situación que, con el paso de las horas, se tornaba más violenta. Tan grave fue el incidente, que el Esmad, conocido ahora como Unidad de Diálogo, llegó a la situación y activó varias bombas aturdidoras y gases lacrimógenos para despejar la salida de la Corte que se encontraba bloqueada por agresivos manifestantes.