Cientos de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro superaron las barreras policiales para invadir la sede del Congreso brasileño ubicado en Brasilia, esto en el marco de una manifestación contra el nuevo presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Algunos de los asistentes se dirigen ahora al palacio presidencial, el Palacio de Planalto, y a la sede del Tribunal Supremo Federal con el objetivo declarado de derrocar a Lula y a su vicepresidente, Geraldo Alckmin. La Policía está empleando medios antidisturbios, informa la prensa brasileña.
Los manifestantes se habían concentrado este domingo frente al Cuartel General del Ejército, en el centro administrativo de Brasilia, y han marchado hasta la Explanada de los Ministerios, donde se han producido los incidentes.
Los afines a Bolsonaro exigen la intervención de las Fuerzas Armadas y la detención de Lula.
Desde Colombia ya se empezaron a emitir reacciones ante la situación que vive el vecino país. El presidente Gustavo Petro rechazó la invasión al Congreso brasilero y expresó su solidaridad con su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva.
“Toda mi solidaridad a @LulaOficial y al pueblo del Brasil. El fascismo decide dar un golpe”, sentenció el primer mandatario de los colombianos.
En el mismo trino señaló a la derecha brasilera de no mantener un pacto de no agresión ante las diferencias políticas e ideológicas que tenían ambos candidatos a la presidencia, antes, durante y después de las elecciones.
El presidente Petro llamó la atención a la Organización de Estados Americanos (OEA), para que se lleve a cabo una reunión urgente en donde se tomen medidas ante la situación que vive Brasil.
“Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia. (...) Es hora urgente de reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática”, señaló el mandatario por medio de su cuenta de Twitter.
Petro recordó que su Gobierno es un defensor del sistema interamericano de Derechos Humanos aplicando las normas vigentes y ampliando la carta a los derechos de la mujer, ambientales y colectivos “pero la respuesta son golpes parlamentarios o golpes violentos de la extrema derecha”.
Fávio Dino, el ministro de Justicia y Seguridad Pública del nuevo gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, advirtió que los deseos “absurdos” de imponer por la fuerza un intento de golpe de Estado “no se impondrán” en respuesta a la toma por parte de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro de la sede del Congreso en Brasilia.
“Ese absurdo intento de imponer su voluntad por la fuerza no se impondrá. El Gobierno del Distrito Federal afirma que habrá refuerzos y las fuerzas de que disponemos están trabajando. Estoy en la sede del Ministerio de Justicia”, afirmó Dino, según recoge el diario ‘Folha de Sao Paulo’.
También el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, criticó las acciones de los manifestantes y advirtió que “deben sufrir con urgencia el rigor de la ley”.
“He hablado hace poco por teléfono con el gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, con quien mantengo un contacto permanente. El gobernador me ha informado que está concentrando los esfuerzos de todo el aparato policial para controlar la situación”, publicó Pacheco en redes sociales.
“En esta acción están participando las fuerzas de seguridad del Distrito Federal y la Policía Legislativa del Congreso. Condeno vehementemente esos actos antidemocráticos que deben sufrir el rigor de la ley con urgencia”, añadió.
Mientras, el portavoz del bloque del Gobierno en el Congreso, Randolfe Rodrigues, abogó por la unión de los demócratas ante este ataque de “terroristas”. “Los antidemócratas criminales no pueden andar libremente. No hay que tolerar a los intolerantes. Esperamos la dura aplicación de la ley a todos los implicados en esas acciones”, indicó.
*Con información de Europa Press.