De forma inesperada, a pocos minutos de que empezara la votación en la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia para escoger fiscal general de la Nación, la ternada Amalia Pérez llegó al Palacio de Justicia. Al ser cuestionada por su presencia en este trascendental día, dijo que no iba para la Sala Plena, y que tenía una cita con el presidente de la Corte, Gerson Chaverra. La verdad es que Pérez llegó a renunciar.

SEMANA conoció la carta de la hasta hoy ternada para fiscal general y acusa un complot y hasta una campaña de desprestigio en su contra para sacarla de la carrera cuando era la candidata con mayor opción de ganar la elección.

Carta de renuncia de Amelia Pérez. | Foto: SEMANA

“A través de este escrito, quiero expresar, y presentar, a usted y por su intermedio a los 22 honorables magistradas y magistrados que integran la Corporación que, históricamente, ha encarnado la majestad de la justicia en nuestro país renuncia con carácter irrevocable, a la terna que en su momento el Señor Presidente de la República, doctor Gustavo Petro Urrego, puso en consideración de ese máximo Tribunal de Casación, para que de ella se elija Fiscal General de la Nación, ante la sobrevinencia del vencimiento del periodo constitucional de quien regentaba dicha institución” (sic), advierte la carta de renuncia de la ternada.

La decisión sorpresiva y que también fue a comunicarle al presidente Gustavo Petro, asegura Amelia Pérez, se da por una persecución que se ha venido dando en su contra.

“La decisión tomada, HH magistradas y magistrados, obedece al surgimiento e interferencia de factores extraños a una tranquila y pacifica elección, los cuales han sido atravesados por episodios perturbadores, como, por ejemplo, el cuestionamiento a opiniones ajenas a la suscrita difundidas en las llamadas redes sociales, pero que, absurdamente, han sido a mí atribuidas sin fundamento alguno, en una anormal postura de querer aplicar el inexistente “delito de opinión” con el agravante que tales opiniones son elaboración exclusiva, y excluyente, de un tercero, pero que sus consecuencias, increíblemente, deben ser asumidas por persona distinta a quien las emitió, en un claro desconocimiento del principio universal del derecho penal, según el cual, la responsabilidad es estrictamente individual y/o personal”, argumenta en su carta Pérez.

Amelia Pérez claramente se está refiriendo a los violentos mensajes en redes sociales que publicó su pareja Gregorio Oviedo, quien a través de su cuenta en Twitter se dedicó a insultar a periodistas, políticos, magistrados y hasta la misma Corte Suprema de Justicia. Estos mensajes se difundieron al punto de convertirse en un gran escándalo que desinfló la aspiración de Pérez que, hasta ese momento, hace dos semanas, era la favorita en las votaciones.

Carta de renuncia de Amelia Pérez. | Foto: SEMANA

Pero hay otro factor adicional por el que Pérez asegura que da un paso al costado. Se trata de un asunto de dignidad: “Los inéditos episodios emergidos en este proceso de elección, han tocado las puertas de la quizá principalísima virtud de todo ser humano, bien igualmente personalísimo, como es la dignidad, injustamente ultrajada y vituperadas por circunstancias completamente ajenas a quien adquirió la condición de sujeto pasivo de tales despropósitos, ello sin dejar de lado que, al parecer asistimos, la suscrita y todo mi entorno familiar, a una revictimización que parece no tener fin, aparte de la violencia de género fundamentada en trinos cuyo autoría es completamente ajena a la suscrita”, se lee en la misiva que radicó en la Corte Suprema de Justicia.

La carta de Pérez concluye: “Debo advertir a ustedes, que en todo este penoso y vergonzoso periplo, hubo expresiones populares espontáneas que expresaron su apoyo a la posibilidad de que uno de los suyos (al menos, así lo interpreto) llegara a dirigir la Fiscalía General de la Nación, en un momento histórico de este país. A ellos, gratitud perenne y sinceras disculpas por no haber tenido la oportunidad de contribuirles, y retribuirles, en medio de la crisis que se padece: gratitud, también, a los 23 magistrados que integran la Corporación, y de manera especial a quienes sinceramente me brindaron su apoyo”.