En el último día de sesiones ordinarias, la plenaria del Senado hundió una reforma constitucional que buscaba reducir las vacaciones de los congresistas de cuatro a tres meses. Lo insólito es que la iniciativa naufragó por falta de quórum ya que sorpresivamente los congresistas se empezaron a retirar del recinto y de la plataforma cuando inició la discusión.
El representante Gabriel Santos, autor de la reforma, aseguró que es extraño lo que pasó porque había quórum justo hasta que inició la discusión de su iniciativa. “Fueron incapaces de recortar uno de los cuatro meses que los congresistas no vienen a sesionar y era una petición de la ciudadanía. El Senado demuestra que no escucha las peticiones de los colombianos”.
Santos, aseguró que durante toda la sesión de este jueves pidió que se subiera su reforma en el orden del día pero que aceptó que la dejaran en el décimo lugar, confiando en que se tramitaría sin problema alguno. “Se aprobaron proyectos sin importancia y por eso, insistiremos nuevamente porque la ciudadanía quiere cambiar la clase política del país”.
Confesó que fue ingenuo al creer que existía voluntad políticas para aprobar su proyecto en último debate. “Creímos en que había una clase política que se quería regular y enviar un mensaje distinto al país pero perdimos. Duramos muchos meses dando la pelea para tramitar esta reforma y ahora la hunden con artimañas”.
La reforma proponía una reducción de un mes en el receso legislativo. Es decir, pasaría de cuatro a tres meses, para tener sesiones más extensas. Rechazó las voces de quienes indican que su proyecto era populista.
“Esta reforma se presentó por primera vez en 2019, entonces no es un proyecto que se presente con un enfoque electoral, sobre todo porque la demora en la aprobación ha sido ajena a mí. Nosotros lo propusimos no solo como un mensaje para recobrar la confianza en las instituciones, sino también como un ejercicio de equidad material para que los congresistas empiecen a tener regímenes lo más parecidos posibles a los demás ciudadanos. Ya en 2019 se hundió y ahora la demora ha sido de la presidenta de la Cámara, primero en firmarlo y ahora en ponerlo en el orden del día”.
La vicepresidenta del Senado, Maritza Martínez, explicó qué fue lo que pasó. “Es algo que nos entristece porque queríamos que este acto legislativo terminará su trámite, pero por el día y la hora y la cantidad de trabajo, pues al final se fueron retirando algunos compañeros de la sesión”.
La argumentación de fondo de esta iniciativa era que muchas de las iniciativas claves para el país en materia de seguridad, pensional o laboral se caen por falta de tiempo para el debate y con la reducción de las vacaciones se garantizaba ese tiempo extra.
Santos anunció que insistirá en esta reforma después del 20 de julio de 2022 cuando inicie una nueva legislatura y con una nueva conformación del Congreso, con la esperanza de que haya una renovación y respaldo a su propuesta.