Álvaro Uribe sigue tomando partido sobre las recientes publicaciones del New York Times referentes al Gobierno de Iván Duque. Este viernes, el diario estadounidense compartió un contundente editorial en el que cuestionó la implementación del acuerdo de paz. El expresidente replicó desde su cuenta de Twitter. En contexto: "La paz en Colombia puede estar desintegrándose": The New York Times "El actual presidente Iván Duque y sus aliados de derecha sabotearon el progreso pacífico bajo el acuerdo", dijo el New York Times. "NYTimes apoyó impunidad, crecimiento (del) narcotráfico (durante el) Gobierno Santos e ignora la realidad de los grupos criminales heredados", salió a un paso Uribe. "(NYT) obra como sirirí contra el presidente Duque", Uribe. "El Gobierno de Duque ha ignorado en gran medida sus promesas de ayuda y desarrollo rural que fueron fundamentales para el acuerdo: la educación universal desde preescolar hasta la escuela secundaria, el acceso al agua potable y el desarrollo de electricidad, carreteras, puentes y trabajos", se lee en el editorial del New York Times. A sus más de 4 millones de seguidores, el senador del Centro Democrático les dijo que prestigioso diario desconoce la crisis económica recibida y oculta el esfuerzo del Gobierno en favor de desmovilizados. Le recomendamos: La respuesta del NYT a la carta del gobierno colombiano En el texto, el NYT también cuestiona la presión que Duque está ejerciendo para modificar la justicia especial (JEP) y así asignar condenas más severas a los desmovilizados. Uribe por su parte, dijo que el diario obra como sirirí contra el presidente.
El editorial del diario fue pulicado una semana después del remezón que causó la publicación de una investigación en la que el medio reveló la existencia de una cuestionada política dentro del Ejército colombiano, desde comienzos de este año, dirigidas a aumentar el número de ataques, capturas, rendiciones y muertes en combate. Le recomendamos: ¿Falsos positivos 2.0? La denuncia de ‘The New York Times‘ contra el Ejército Nacional El informe levantó ampolla en el Gobierno y en el lado más radical del uribismo. La senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, sugirió falazmente que el periodista del New York Times Nicholas Casey, quien firmó la investigación, había recibido pagos para publicarla. Por las afirmaciones de Cabal, el periodista tuvo que salir del país. La congresista recibió sonadas respuestas desde Estados Unidos. Primero lo hizo el propio diario, que salió en defensa de Nicholas Casey. "El New York Times no toma partido en ningún conflicto político en ninguna parte del mundo. Informamos de manera precisa e imparcial. En Colombia hemos escrito historias muy duras sobre las Farc, los grupos rebeldes y otras organizaciones criminales. En este caso, simplemente informamos lo que dicen los documentos escritos por el ejército, así como la información proveniente (de) los mismos oficiales colombianos", le dijo el medio. Luego, el senador demócrata Patrick Leahy se hizo escuchar. Cuestionó al Gobierno colombiano y le pidió mostar las pruebas que sustentarían las acusaciones de Cabal o salir a “denunciarla en público”. "La libertad de prensa es vital en cualquier sociedad democrática, y es responsabilidad de los oficiales del gobierno defenderla", dijo. A pesar de esa crítica, la senadora se mantuvo en su posición asegurando que ella nunca afirmó que el periodista hubiera recibido dinero, sino que solo hizo una pregunta. Cabal le respondió al senador Leahy y dijo que ella no estaba atentando contra la libertad de prensa, sino que está abogando por la ética y el rigor periodístico. A su juicio, el artículo del The New York Times era “tendencioso, desequilibrado y carente de veracidad”, pues se dedicaba a “distorsionar la información (...) convertir una Directiva del Comandante del Ejército en una orden criminal, completamente fuera de contexto”. Puede interesarle: Fotógrafo Federico Ríos salió del país por acusaciones de líderes del Centro Democrático El Gobierno también respondió en esta misma línea al artículo del NYT. A través de un comunicado, el canciller Carlos Holmes Trujillo y el ministro de Defensa, Guillermo Botero, cuestionaron la investigación del periódico pues según ellos, el informe "sugiere que miembros de las Fuerzas Armadas han recibido instrucciones contrarias a nuestra Constitución y a nuestra legislación”. Trujillo y Botero aseguraron que los "formidables desafíos que Colombia enfrenta en el campo de la seguridad exigen el refuerzo y la intensificación de acciones eficientes por parte de las autoridades". Sobre esto, Dean Baquet, editor ejecutivo de The New York Times contestó que discrepaban de los cuestionamientos del Gobierno porque el artículo cita las órdenes emitidas por el mayor general Nicacio Martínez Espinel y no afirma ni sugiere que sean ilegales y que el texto publicado “deja claro que hay oficiales de alto rango con conocimiento de primera mano de las nuevas órdenes, de cómo se emitieron y de las preocupaciones que dichas órdenes suscitaron entre algunos miembros del ejército”.