Álvaro Uribe dijo este lunes que Colombia vive "una etapa ‘pre-chavista‘" que, según explicó, se basa en deslegitimar a las instituciones para alcanzar el poder, y ha achacado a eso las acusaciones de corrupción en su contra y en contra de su partido político, el Centro Democrático. "Colombia está viviendo hoy una etapa que yo llamaría pre-chavista", dijo el presidente en un encuentro digital organizado por Nueva Economía Fórum (NEF). Uribe indicó que "hoy en Colombia hay sectores que están creando un ambiente de pre-chavismo diciendo que todo es malo, todo es corrupto, que no hay equidad". "Eso fue lo que hizo (Hugo) Chávez, bien aconsejado por (Fidel) Castro", sostuvo.
Uribe precisó que "el ‘chavismo‘ colombiano tiene un discurso de deslegitimar al Gobierno, de acusar a un gobierno transparente de corrupción", en alusión a las investigaciones sobre la financiación de la campaña electoral de Centro Democrático, el partido de Uribe y el del actual presidente, Iván Duque. "Estos sectores pro chavistas de Colombia quieren llevar al país a lo que fue la Venezuela pre-chavista, aquella Venezuela que deslegitimó todas las instituciones, allá con razones y aquí sin razones, que le permitió ganar a Chávez y que creen que les va a permitir ganar las elecciones de 2022", advirtió sin mencionar nombres. Uribe ha llegado a culpar a su otrora delfín político, el también expresidente Juan Manuel Santos, al que ha vuelto a acusar de hacer "todo lo contrario" a lo que prometió como candidato, de sentar las bases para que haya "grandes posibilidades de que llegue al poder el ‘narcochavismo‘". "El pro ‘chavismo‘ y el pro ‘castrismo‘ es vergonzante en lo público. Ellos tienen el corazoncito vendido al ‘castrismo‘ y al ‘chavismo‘, pero lo niegan porque si lo dicen les va mal con el electorado", afirmó. Frente a ello, ha reivindicado que Duque "es un hombre totalmente transparente", "de manos pulcras", al tiempo que ha defendido las "buenas decisiones" que ha tomado el presidente en materia económica y social, y en el marco de la pandemia de coronavirus, deseando que tenga un "éxito rotundo" una vez superada para frenar esta corriente. En concreto, le ha aconsejado intensificar "las buenas políticas sociales que ha puesto en marcha durante la pandemia" para que Colombia deje atrás la crisis de la covid-19 "sin rabia social". Colombia, al igual que otros países latinoamericanos como Bolivia o Chile, cerró 2019 con fuertes protestas en demanda de una mayor igualdad social que, según han vaticinado numerosos expertos, podrían reactivarse incluso con más fuerza si el coronavirus exacerba las desigualdades.
Uribe también ha defendido su propia carrera política. "Ha sido una carrera transparente con financiaciones transparentes (...) Que me demuestren un solo peso irregular a lo largo de mis campañas. No han podido ni podrán", aseveró. "No nos pudieron derrotar ideológicamente (...) y nos quieren derrotar con infamia", apostilló. Por otro lado, se ha referido directamente a la crisis política en Venezuela, expresando su temor a que "estabilice su fracaso", para lo cual ha señalado como precedente el régimen ‘castrista‘ en Cuba. Interrogado sobre el rol de la UE, ha contestado que "los apoyos a (Nicolás) Maduro en la expectativa de diálogo" podrían haberlo fortalecido, conforme a la máxima de que "si tu enemigo dialoga contigo no es porque estés débil, sino porque él está débil": "Yo creo que Maduro ha sentido que todos los que se aproximan a dialogar con él están débiles". A ello ha sumado que "dentro del sector europeo que apoya a (Juan) Guaidó las acciones no han sido suficientes", refiriéndose así a las sanciones dictadas por la UE contra dirigentes ‘chavistas‘. Así las cosas, el ahora senador instó a la UE a "repensar el tema de Venezuela", especialmente de cara a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, que son clave para el futuro político del país. Al margen de la cuestión venezolana, Uribe comentó el clima político en otros países en respuesta a preguntas específicas sobre los gobiernos de España, Brasil y Argentina. Sobre España, reiteró que el país es "muy importante" para los estados latinoamericanos, como "puente" con Europa y "gran fuente de inversión" y de remesas, y ha querido ser "muy prudente" en lo tocante al Gobierno.
"Yo diría que, en lugar de frenar la economía privada, hay que continuar fortaleciéndola para poder hacer políticas sociales (...) que sean sostenibles. En Venezuela, Chávez subió al poder (...), acabó con la empresa privada (...) y subió la pobreza", dijo, acudiendo nuevamente al ejemplo venezolano. En cuanto a Brasil, admitió que "hay controversia sobre el gobierno de (Jair) Bolsonaro", si bien ha considerado que "tiene tiempo de corregir e incluso hasta de mejorar", confesando que "sería una frustración muy grande que fracasara". Acerca de Argentina, considera que su presidente, Alberto Fernández, "todavía está recibiendo las consecuencias de la herencia de hace seis años" del ‘kirchnerismo‘ y le ha deseado, al igual que a toda la región, "seguridad, confianza, inversión y política social".