Este lunes, en unas explosivas declaraciones entregadas a Caracol Radio, el presidente Juan Manuel Santos se refirió a su tormentosa relación con el exmandatario Álvaro Uribe. “Todavía le tengo admiración (a Uribe)... Siento un poco de frustración. Nunca he entendido, lo digo de corazón, por qué él se convirtió en un crítico tan ácido, en no aceptar nada, todo le parece malo, qué fue lo que hicimos en este gobierno para que al presidente Uribe se le convirtiera en obsesión criticar y oponerse a todo lo que hace este gobierno. He querido hablar con él,  pero él nunca ha querido hablar conmigo”, reconoció el mandatario. Tras asegurar que no quiere “pelear” con el expresidente, Santos mandó unos dardos a Uribe al señalar que “él le ha hecho mucho daño al país, por ejemplo, que salga, no solamente él, sus candidatos, al exterior, a hablar mal del país... Y habla muchas veces y muy mal". "Eso le hace daño no a Juan Manuel Santos, al país. Dice que estamos entregándole este país al castrismo, al chavismo, que este país va por mal camino, que este proceso de paz es un fracaso. Incluso, inversionistas me han llamado a decirme: 'Oiga, que cosa tan extraña un expresidente y un ex vicepresidente hablando mal de su país y ahuyentando la inversión', (ellos están) pidiendo que nos bajen la calificación y no se apoye el proceso de paz". "Fueron a hablar con la extrema derecha en Estados Unidos a decir que lo que está haciendo el presidente Santos es entregar el país a Castro y el chavismo, (les dicen) 'ustedes no pueden apoyar el proceso de paz', ¿cómo les parece? Tienen todo un cuento", insistió. Luego, afirmó que su gobierno ha sido mejor que el de Uribe. "Mi gobierno se ha dedicado a mejorar una situación que el país tenía que mejorar, la situación de seguridad. Le hemos agregado dos objetivos: crear un país justo y construir un país más moderno". A dos días de cumplirse sus tres años de mandato, el presidente también habló sobre su posible reelección y el proceso de paz con las FARC. El jefe de Estado se refirió a una posible reelección tras hablar sobre el arranque del fin de su “primer cuatrienio”. En su criterio, un “segundo período” dependería de la “situación política del momento, la conveniencia de tener el mismo presidente cuatro años más, el proceso de paz, la gobernabilidad del país y el estado de ánimo personal”,  factores que analizará antes de tomar una decisión que, aseguró, tiende a la reelección. “La tendencia es a la reelección de mis políticas, que quien ha puesto en marcha esas políticas -trazadas para los primeros cuatro años- sea reelegido”, aclaró Santos, quien reconoció que, aunque “este país es naturalmente anti reeleccionista”, los resultados de las encuestas son “el último factor a tener en cuenta”. Con respecto a que su decisión de reelegirse pueda afectar, en tiempo, una posible campaña a la Presidencia de Germán Vargas Lleras, el presidente precisó: “Comencé mi campaña en marzo, fue la más corta en la historia reciente de este país. No creo que ese sea un factor importante”. Frente a cómo concibe su segundo cuatrienio, dijo: “Me imagino este país sin conflicto interno. A este país en paz no lo para nadie. Ya logramos altas tasas de crecimiento, reducimos la desigualdad y llevamos 34 meses seguidos bajando la cifra del desempleo”. Luego, defendió el proceso de paz que avanza en La Habana. “Sabíamos que iba a ser un proceso con incomprensiones y dificultades, por eso hay que hacer mucha pedagogía. Desde el comienzo impusimos una condición: nada está acordado hasta que todo esté acordado”. “Es obvio que si uno le pregunta a la gente si quisiera ver a estos bandidos en el Congreso, diga que por supuesto que no, pero si le agregamos lo que significaría la paz para el progreso de este país, la gente sí se' traga el sapo'. El gran reto es llegar a ese punto, en el que la gente está propensa a aceptar ciertas concepciones en aras de la paz. Las víctimas quieren más justicia, pero unas futuras víctimas van a querer más paz”, explicó. Frente a las negociaciones, el mandatario puso como ejemplo el cuadro que el pintor vende cuando está ciento por ciento terminado. Al final, “veremos si el pueblo colombiano dice ‘me gusta el cuadro, lo compro’”. El jefe de Estado insistió en que la constituyente “no puede ser ni ha sido nunca un mecanismo de refrendación” de lo que se acuerde en Cuba. En ese sentido, reiteró a la guerrilla que no se negociará en La Habana su “revolución por decreto”, pero sí se darían las “garantías democráticas si quieren hacer proselitismo”. Los acuerdos de La Habana se podrían refrendar, según el mandatario, en una consulta popular. “Eso habría que negociarlo”. Santos mencionó las condiciones que terminarían con el proceso de paz, el cual, dijo, le gustaría que fuera más rápido. “Cuando vea que esto no tiene futuro, no haya voluntad en la contraparte, ese día me levanto de la mesa. Para la guerrilla no hay alternativa, si no hace la paz ahora, la deja el tren de por vida. La guerrilla se está envejeciendo”. A su vez, el jefe de Estado aseguró que su gobierno es el que más duro le ha dado a las FARC, el ELN y las bandas criminales. “Una cosa es 'mano dura' en la forma de expresarse, y otra, en la forma de hablar”. También se refirió a la ley sobre tierras baldías. Aclaró que no aceptará presiones de las FARC para tramitar la iniciativa. “Yo no puedo dejarme poner presiones de la guerrilla, no aceptaría”. Finalmente, el presidente se refirió a su popular frase sobre cómo sería Colombia manejada por ‘Pacho’ Santos. “No me imagino el país porque tendría una terrible pesadilla. Yo no quiero entrar en esa discusión. Usted conoce a ‘Pachito’, es un chiste. No creo que valga la pena discutirlo (el asunto). Sería muy vergonzoso que se diera una campaña Santos vs. Santos… Para la imagen del país. Ojalá no se dé”.