Una dura controversia jurídica y política quedó planteada este miércoles en el país luego de que se conociera una ponencia del magistrado Alejandro Linares, de la Corte Constitucional, en la que propone que las mujeres puedan interrumpir su embarazo libremente sin ninguna causal antes de las 16 semanas de gestación. La propuesta de Linares apunta a que, luego de este periodo de tiempo, se mantengan las tres causales que el máximo tribunal fijó para despenalizar el aborto: que la vida de la madre esté en riesgo; que el embarazo sea fruto de una violación; o la malformación del feto.
Luego de que se conociera la ponencia, el senador y expresidente Álvaro Uribe propuso un referendo contra el aborto. "Debemos prepararnos para un referendo contra la laxitud en el aborto, en qué queda el respeto a la vida!", trinó. En la misma dirección se pronunció su partido, el Centro Democrático. Nubia Estella Martínez, directora nacional del movimiento, aseguró que abrir las puertas para el aborto va en contra de la vida, la moral y la familia.
De igual forma, la senadora Margarita Restrepo dijo en un comunicado: "La vida es sagrada y le corresponde al Estado garantizarla desde el mismo instante de la gestación". Asimismo, pidió a los magistrados de la Corte Constitucional que antes de tomar una decisión, ponderen todas las opiniones y conceptos.
La convocatoria de un referendo por parte de Uribe abrirá un intenso debate en el país sobre un tema que va más allá de lo político y tiene implicaciones sociales, morales, religiosas y filosóficas sobre la vida misma. Uribe, con su postura, busca recoger a un amplio sector de la sociedad colombiana que se muestra en contra de despenalizar el aborto en las primeras semanas de gestación. La Iglesia, los movimientos políticos más ubicados en el espectro de la centro derecha y sectores conservadores, con seguridad, respaldarán la propuesta de Uribe en ese sentido.
Sin embargo, en el país hay una corriente de carácter progresista, que viene liderando la propia alcaldesa de Bogotá, Claudia López, que defiende la posibilidad de que la corte dé un paso adicional y despenalice por completo la interrupción voluntaria del embarazo. En esta corriente de pensamiento se considera que la mujer debe ser libre y autónoma para decidir sobre su cuerpo.
En una comunicación enviada en días pasados por la Secretaría de la Mujer a la corte, se señalan más de 10 puntos a tener en cuenta. "La tipificación del aborto como un delito genera ambigüedad entre profesionales de la salud, quienes deben garantizar el derecho fundamental a la IVE (interrupción voluntaria del embarazo) y, al mismo tiempo, enfrentarse al dilema de si la práctica de este procedimiento representa la comisión de un delito. El modelo de causales que rige actualmente pone en el centro de la toma de decisiones a profesionales de la salud. El procedimiento está supeditado a un concepto médico, quitándole a las mujeres autonomía y libertad para decidir sobre la maternidad", señala la comunicación.
Esa mirada de Uribe y de López, antagonistas en el pasado en muchas controversias políticas, se volverá a enfrentar en el debate que se ha reabierto por el aborto en el país. La última palabra la tendrá la Corte Constitucional, que en pleno deberá decidir el futuro de la ponencia del magistrado Linares. Sin embargo, desde ya, con la apuesta de Uribe, la presión y el debate político han empezado.Vea este informe especial sobre el debate del aborto en Colombia.