Este lunes habrá movilizaciones en todo el país en medio del regreso de la protesta social. Los convocantes salen a las calles con un pliego de peticiones similar al que motivaron las marchas de finales del año pasado y con dos temas adicionales: los estragos de la pandemia y la muerte de Javier Ordóñez, luego de ser agredido por varios agentes de la Policía.
Para evitar excesos en el uso de fuerza y abusos de autoridad por parte de la Policía, el general Óscar Atehortúa informó que sus hombres no usarían armas de fuego.
Así mismo, la alcaldesa de Bogotá dijo esta mañana que los uniformados que acompañarán las marchas irán sin armamento y acompañados de funcionarios del Distrito. Advirtió que si se llegan a presentar actos de vandalismo, el Esmad intervendrá, pero sin utilizar armas letales.
“Solo si hay algún acto vandálico o usos de elementos que atenten contra la vida de policías, el Esmad intervendrá para disolver la protesta violenta, sin usar armas letales”, aseguró la mandataria.
Igualmente, mencionó que no se trasladarán detenidos a los CAI o a las estaciones de policía. “Se usará exclusivamente el Centro de Traslado por Protección Distrital (CTPD) para proteger la vida del ciudadano”, afirmó.
Sin embargo, en las últimas horas, sorprendió que el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, señalara que los uniformados de la Policía y en general toda la Fuerza Pública tendrán disponibles todos los elementos necesarios y reglamentados constitucionalmente, entre ellos sus armas.
“Con el fin de garantizar derechos de ciudadanos, cuando sufren ataques de violentos, vándalos y terroristas, Policía Nacional ejerce autoridad legítima del Estado y porta todos los elementos, autorizados por Constitución, Ley y protocolos, entre ellos su armamento de dotación”, dijo el ministro.
El trino sorprende porque luego de que la alcaldesa y el general Atehortúa mencionaran que algunos elementos no se iban a usar, el ministro Trujillo, que constitucionalmente tiene más autoridad que ambos, envía un mensaje que puede resultar contradictorio.
La invitación de la alcaldesa Claudia López para la jornada de este lunes fue un llamado a la protesta pacífica dentro de los lineamientos y requerimientos establecidos. Por ejemplo, se espera que estas concluyan hacia las 7 de la noche y que los ciudadanos puedan llegar a sus casas antes de las 8:00 p.m.
La mandataria también pidió que quienes deban realizar actividades laborales y asistir a sus trabajos presencialmente se programen para estar antes de esta hora en sus hogares. Además, porque el servicio de TransMilenio estará funcionando hasta las 8:00 p.m.
Tanto la Alcaldía como el Gobierno Nacional estarán monitoreando las movilizaciones que se llevarán a cabo en Bogotá y en otras partes de la ciudad. Hasta el momento no se han presentado hechos violentos o vandálicos. Varios de los marchantes se empiezan a congregar en los diferentes puntos de concentración establecidos.