La posibilidad de que la empresa privada contribuya a acelerar la vacunación contra la covid-19 está a punto de ser una realidad. Esta semana hubo una reunión en la Casa de Nariño entre delegados del Gobierno y líderes gremiales. El propósito fue definir la hoja de ruta para que los privados se sumen al plan de inmunización y puedan adquirir directamente las dosis para vacunar a sus empleados y familiares.
Durante los próximos 15 días trabajarán en dos mesas técnicas, en las que se discutirá la reglamentación para que los privados puedan sumarse. El ministro de Salud, Fernando Ruiz, explicó que una vez esté listo el protocolo, el proceso comenzará bajo el marco de las fases de vacunación establecidas y sin que esto implique un costo para las personas.
Los gremios quedaron conformes y agradecieron la disposición del Gobierno. Las mesas técnicas tendrán el objetivo de analizar cómo se dará la participación y la responsabilidad de las empresas. “Avanzamos mucho porque tuvimos una expresión muy clara –yo diría que incluso agradecida– del Gobierno en términos de que pudiéramos nosotros llegar a aportar al plan de vacunación”, le dijo a SEMANA Bruce Mac Master, presidente de la Andi.
Para que las compras puedan ser efectivas, los privados deberán adquirir las vacunas luego de cumplir con una serie de requisitos. Por ejemplo, tienen que ser previamente aprobadas por el Invima. Igualmente, se establecerán obligaciones para quienes formen parte de esta contribución.
Lo cierto es que, como se ha visto en otros países del mundo, el aporte de los privados va a contribuir de manera definitiva a acelerar la vacunación. Aunque el Gobierno cumplió esta semana la meta de pasar del millón de vacunados, la ayuda del sector privado será fundamental para acelerar la estrategia que permita la protección de la vida de millones de colombianos y la reactivación de la economía.
Desde el Congreso se buscó impulsar la vinculación de los empresarios. Con el proyecto que se aprobó el año pasado, y que posibilitó la compra de las vacunas, se habló de la probabilidad de que los empresarios las adquirieran de manera directa. Incluso se estipularon beneficios tributarios. Adicional a ello, el senador Miguel Ángel Barreto tiene una iniciativa que abriría las puertas para que los privados puedan comercializar las vacunas.
Sobre este punto, una de las polémicas es que los biológicos sean luego revendidos a precios elevados, y que esto provoque desigualdad, pues solo las personas con mayores recursos económicos podrían acceder a ellos. En ese sentido, el ministro Ruiz descartó por ahora esa posibilidad.
Hoy, el Gobierno no necesita del Congreso para que los privados puedan integrar el proceso, y el camino del Legislativo sería más engorroso. La salida más rápida será el marco regulatorio que será publicado en las próximas semanas.
“Es un tema de país. Siempre hemos dicho que todos debemos aportar para salir adelante de esta coyuntura y lograrlo rápidamente. La vacunación permite eso: no solo enfrentar la coyuntura de salud pública, sino acelerar la reactivación que todos necesitamos”, afirmó Sandra Forero, quien formó parte de la reunión como vicepresidenta del Consejo Gremial Nacional.
El director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Víctor Muñoz, quien lidera las conversaciones entre el Gobierno y los empresarios, se mostró agradecido con el propósito de los privados de sumarse al plan de vacunación.
Que el sector privado integre el programa de inmunización no le restará protagonismo al Gobierno ni creará una competencia entre ambos, incluso podría tratarse de la alianza público-privada más importante de los últimos años.
Los empresarios están de acuerdo en que todo debe estar centralizado en el Ejecutivo y que los lineamientos se deben dar desde allí. En estos momentos, cuando la covid-19 sigue causando estragos, lo que más interesa es proteger la vida y darle un gran impulso a la actividad económica.