La Fiscalía General cuenta con cinco declaraciones clave en la investigación por el crimen de la DJ Valentina Trespalacios, cuyo cuerpo sin vida fue arrojado dentro de una maleta en un contenedor de basura, ubicado en el barrio Versalles, en la localidad de Fontibón. Con estos testimonios se establecieron las últimas horas de vida de la joven de 23 años de edad.
En una de estas declaraciones, Santiago Luna Bonilla, el empresario con el que salía desde octubre de 2022, reveló que la última conversación que tuvieron fue por WhatsApp, la cual no finalizó en buenos términos. Igualmente, detalló que ellos ya habían salido durante un año y tres meses, pero en enero de 2022 se habían separado.
Durante este lapso, poco o nada supo de ella hasta que, por medio de las redes sociales, volvieron a hablar por Instagram. Tras las preguntas de los investigadores, Santiago –quien está relacionado con el negocio de las criptomonedas– detalló las últimas conversaciones que tuvo con ella, el proyecto de la DJ para mudarse a un apartamento, sus proyectos personales y la relación con un estadounidense, cuyo nombre y rostro nunca conoció.
Igualmente, detalló lo que consideró como “engaños” y mentiras por parte de Valentina, y las dudas que tenía. “Tuve una sospecha y fue cuando se operó, cuando salí con ella fue después de haberse operado, pero sí le pregunté; ella me decía que cobraba sus toques a $300.000 o 400.000 pesos en Bogotá, ya cuando salía de Bogotá pues le pagaban más, ella me dijo que había ahorrado y que con eso se había mandado a operar”.
Sin embargo, no le preguntó por más detalles ni sobre la forma como conseguía lo que tenía: “No supe de dónde sacó el dinero para operarse, y también el celular que tenía, ya que tenía un iPhone de los últimos, que son costosos; yo era consciente que ella pagaba muchas cosas en su casa, pero como no había hablado en casi un año, entonces pensé que tal vez le estaba yendo muy bien”.
La última conversación
El miércoles 18 y el jueves 19 de enero, Santiago y Valentina estuvieron todo el tiempo juntos. Incluso, ella pasó la noche con él. Sin embargo, todo cambió con la llegada de John Poulos a Bogotá. Ese día, recuerda, la DJ estuvo ausente y en más de una oportunidad rechazó las reiteradas llamadas que ingresaban a su celular y que interrumpían la música que ponía en el carro. “Dice, ¡ay, alguien puede poner otro celular!”.
“El día viernes que estábamos a 20 de enero, ella me dice que va a ir por su trasteo, que le va dejar todo a la mamá y que solo se va a ir a recoger en el carro y pide un transporte para su casa por el celular; ahí hablamos por WhatsApp y me dice ‘ya termino de empacar todo y saqué muchas cosas que no me pongo para no llevar tanta cosa”.
Las manifestaciones de ayuda de Santiago no fueron de buen recibo por parte de la DJ, quien –por lo que declaró– nunca le dijo toda la verdad. En esa conversación quedaron que el lunes le iba a mostrar el apartamento cuando estuviera “todo organizado”. Tras las preguntas de Santiago sobre los detalles de la mudanza, la joven de 23 años solamente atinó a decir que con su gata, “por eso quiero otro gato”.
Él, que hasta ese momento no sabía que Poulos ya había regresado, le siguió haciendo preguntas puesto que tenía muchas dudas sobre esa nueva etapa de su vida. “No, bebé, aunque de pronto Silvana viene a vivir a Bogotá unos meses y se queda conmigo”. El mensaje que le envió el viernes 20 de enero a las 11:58 de la noche sobre el trasteo fue respondido el sábado 21 de escueta manera: “Buenos días, bebé, que tengas un excelente día”.
Esta evasiva molestó a Santiago. La situación empeoró cuando vio una historia de ella en Instagram; era un video en un carro “con el gringo” y en la parte de atrás unas bolsas: “le dice al gringo ‘di hola para mi mamá’ y ahí como que muestra las bolsas atrás”. Posteriormente, ella publicó una fotografía en un restaurante. “Le pregunto con quién estás, ya que se me hizo muy raro que fuera a cenar solas o con amigas y no mostrar sus amigas como usulamente lo hacía. Ella me contesta que: ‘yo sí puedo salir con amigos y yo no”.
Esa fue la última conversación que tuvieron puesto que tanto ella como él se molestaron por la situación. Tras las preguntas de los investigadores, Santiago recordó que ya habían tenido otras discusiones puesto que él consideraba que le estaba ocultando información: “Ella primero me dijo mentiras y eso me lo confirmó Silvana acerca que (se) iba para Barranquilla a vivir (…) Valentina me dijo dos veces que iba a vivir cerca al parque de la 93, primero me indicó que iba a vivir con unas amigas, después me dijo que iba a vivir sola, que por eso estaba buscando un gato, y que Silvana se iba a quedar unos meses con ella”.