El teléfono suena y el trabajador del Cerrejón, un operador de maquinaria pesada que lleva 13 años en la mina, contesta. Al otro lado de la línea lo saludan amablemente y la voz femenina se presenta como la vocera de la firma de abogados apoderada por la empresa para la misión que le explicará en detalle. Le informan que la llamada será grabada y que le tendrán que hacer unas preguntas para verificar que se trata de la persona a la que se están dirigiendo.
Ese es el preámbulo de la llamada que están recibiendo los trabajadores del Cerrejón, en la que le les ofrecen una suma de dinero adicional a las indemnizaciones de ley por acogerse a un plan de retiro voluntario ofrecido por la compañía, como una medida para aliviar la crisis financiera por la que atraviesa.
La representante de la firma contratada por la empresa que opera una de las minas de carbón a cielo abierto más grande del mundo le habla primero de la situación actual que atraviesa el mercado del carbón en el mundo. Luego, procede a ofrecerle un bono de “mutuo acuerdo”, por varios conceptos adicionales a los que tendría derecho, si se produjera un despido unilateral. Le hablan del valor que le correspondería por el efecto legal de ser Cerrejón el que toma la decisión de separarlo de su cargo. Pero le van agregando sumas que abultan la cifra. Un bono extra por el despido, que, en el caso del operador de maquinaria pesada, sobrepasaría los 4 millones de pesos; un seguro de vida por una cifra superior a los 400.000 pesos; un bono de medicina prepagada, otro por seguridad social y, por último, ‘un bono de mera liberalidad’ (quiere decir que el empleador entrega las bonificaciones, bonos o tarjetas por deseo propio, sin ningún tipo de obligación).
“La suma total ofrecida sería de 64.416.000 pesos”, dice la vocera de la firma de abogados. El trabajador rechaza la oferta, alegando que tiene deudas en préstamos de vivienda y libranzas con la empresa por un valor del doble de lo que le han ofertado, por lo cual, no puede dar un si. “No puedo aceptar ese arreglo. ¿Con qué voy a cancelar?, no puedo salir de la compañía a poner a pasar hambre a mis hijos”, le expresó el operario, quien además agregó que seguiría en sus labores, pues es joven y con ganas de trabajar.
La mujer le insiste: ¡Señor, pero hay una situación actual en el sector y la empresa amerita que lo piense. Es una ventaja en comparación con una eventual terminación unilateral del contrato”.
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El trabajador vuelve a negarse y le dicen que, ante el rechazo a la oferta y, debido al plan de transformación que tiene la empresa, tendrán que proceder con la terminación laboral sin justa causa.
‘Los sacaron’
El presidente del sindicato Sintracarbón, Igor Díaz, confirmó en SEMANA que, no solo sacaron al operario dos horas después, sino que la suma de despidos ya va en 226.
La agremiación sindical aseguró que está en proceso de entablar demandas colectivas por parte de los trabajadores afectados y que ya ha sido interpuesta una querella ante el Ministerio de Trabajo por, según el sindicato, una “violación a los derechos de los trabajadores”.
Sobre la crisis del carbón
Para el sindicato, la justificación que da la compañía, para adelantar el despido masivo de trabajadores, es el riesgo de la sostenibilidad. “Nosotros hemos solicitado que nos convenzan de eso con pruebas y no con el argumento de que las cifras de la empresa son privadas”.
Las acciones judiciales avanzan, al igual que una tutela interpuesta el año pasado, con motivo de lo que llamaron ‘el turno de la muerte’, en relación con un nuevo turno adicional impuesto por la empresa para adelantar su producción.