Este sábado, el presidente Iván Duque junto con el ministro de Defensa, Diego Molano, la Policía y el Ejército Nacional estuvieron en Barranquilla demoliendo un sitio ocupado por el microtráfico, como se le conocen a las ‘ollas’ en el barrio Evaristo Sourdís.
En el marco del “Plan 100 contra el microtráfico”, el presidente Duque agradeció a los miembros de la Policía Nacional que “están en los cuadrantes y calles de este país”. Asimismo, señaló que se trata de un golpe contundente contra uno de los mayores cánceres de este país, como lo es el narcotráfico.
“Me emociona estar en Barranquilla. Quiero decirle a la comunidad que la lucha contra el narcotráfico es un deber moral porque el microtráfico termina siendo esa realidad en muchas comunidades donde se quiere reclutar al menor, donde se quiere llevar al vicio, donde quiere llevarse al fleteo y donde terminan vinculadas a estructuras que empiezan a distribuir dosis personales en las calles de nuestro país”, aseveró el jefe de Estado.
Asimismo, reconoció que desde que empezó su gestión puso una consigna y “era que íbamos a liberar a la comunidad de las zonas de miedo, de las zonas de tolerancia, que íbamos a estar incautando las dosis personales en las calles porque esa dosis personal era siempre el pretexto de los jíbaros para llegar y tener un sitio donde encaletar (la droga) e ir distribuyendo a las comunidades; hemos venido afectando esas estructuras”, explicó.
Sobre el “Plan 100 contra el microtráfico”, el presidente Duque se congratuló de que está dando buenos avances: “Van más de 106 ollas demolidas y vamos por más, además con extinción de dominio exprés”, sentenció.
Por su parte, el director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, sostuvo que las autoridades locales y la comunidad también participaron de la demolición de esta ‘olla’. “Derribamos este mito de inseguridad, hasta hoy símbolo de intranquilidad para los habitantes del barrio Evaristo Sourdís, donde focalizamos nuestras capacidades”, señaló.
El alto uniformado agregó que “este inmueble fue lugar de venta y consumo de estupefacientes, centro de acopio de elementos hurtados y punto de encuentro de criminales. Se convierte en la ‘olla’ 108 demolida dentro del #Plan100ContraElMicrotráfico que ha arrojado más de 4.500 capturas”.
Hace algunos días, en el marco del mismo plan contra el microtráfico, el ministro Molano sostuvo que en Pereira fue demolida otra ‘olla’, “que llevaba ocho años afectando la vida de los jóvenes y las familias del barrio Matecaña. Con cada muro que cae de estos expendios, nacen oportunidades y esperanza entre los ciudadanos”.
“Alrededor de estos expendios se mueve el círculo del mal, que termina destruyendo familias y conduciendo a los jóvenes a la criminalidad. Ese fenómeno también lo combatimos con la política de seguridad del Gobierno, acabando con estos sitios que son foco de delincuencia”, dijo el funcionario.
Caen bandas en Bogotá
Los miembros de la organización Los Intocables encontraron en la bondad de la comunidad la mejor fachada para delinquir. Mientras cientos de transeúntes que caminaban por las calles del centro histórico y turístico de Bogotá, se solidarizaban con familias enteras que vendían dulces en chazas o silla de ruedas. Ellos en realidad escondían estupefacientes que vendían a mínimo 2.000 pesos la dosis.
En el parque Santander un hombre que se trasladaba de lado a lado en su silla de ruedas, con un paquete de chupetas rosadas en medio de las piernas, acompañado siempre por su esposa, se convirtió en el primer sospechoso de las autoridades.
Tras varias horas de análisis de videos que investigadores de la Dirección de Protección y Servicios Especiales lograron identificar que él en realidad era el cabecilla de la banda de microtráfico.
Se hicieron llamar Los Intocables considerando que su coartada sería efectiva para que la Policía no los detectara.
En la estrategia delincuencial que utilizaban estaba el salir al parque con la familia, incluso niños y adultos mayores para generar la sensación de que estaban en un plan de esparcimiento, mientras en realidad se conformaba una red. Incluso en algunas oportunidades se hacían al lado de personas que cumplieran con esas características para camuflarse entre ellos.
Otra de las características de Los Intocables era hacerse pasar como personas vulnerables que no generaban ningún tipo de riesgo, sino que, por el contrario, despertaban compasión, razón por la cual consideraban que las autoridades nunca llegarían a ellos.