Un año después de que Lady Tabares salió de la cárcel de Pedregal en Medellín con el beneficio de detención domiciliaria, un juez de ejecución de penas revocó este jueves esa decisión. La mujer, protagonista de la cinta colombiana La vendedora de rosas, estaba purgando una pena de 26 años luego de ser vinculada al asesinato de un taxista de 44 años en el 2002. Según el funcionario judicial, Tabares habría fallado al compromiso que adquirió cuando le fue otorgada la casa por cárcel. El abogado, Élmer Montaña, advirtió que la decisión es infundada, carente de sustento probatorio y que no precisa la falta que cometió. “La señora Lady Tabares no ha realizado ningún comportamiento que justifique la drástica decisión del juez de ejecución de penas, por el contrario, ha cumplido a cabalidad las obligaciones que contrajo, llevando a cabo su proceso de resocialización en debida forma y participando en actividades académicas y culturales en diferentes parte del país”, señaló. La decisión del juez es de cumplimiento inmediato. Mientras tanto, el abogado defensor adelantará los trámites pertinentes para que se estudie nuevamente la decisión. Una vida de película Aunque los colombianos y el mundo conocieron a Lady cuando tenía 16 años, su historia de situaciones adversas se inició a los 4 años de edad, cuando vendía rosas con su madre en Medellín. Según consta en sus declaraciones, en notas periodísticas entregadas desde la cárcel, en esa época ella se fue del lado de su madre durante un tiempo y fue recibida por un grupo de monjas que la ayudaron. Luego llegó la película en 1998 y más adelante la trágica muerte de su compañero sentimental, Ferney Mauricio Ortega, en agosto del 2001, asesinado por pistoleros que llegaron a buscarlo hasta su casa en el municipio de Bello.